GÉNERO

Imagen: "Mujeres aprendiendo estampado"- Ana Luisa Muñoz Flores



GÉNERO 

Concepto de género

Podemos remontarnos a Simone de Beauvoir (1) quien, en 1949, ponía las bases de lo que posteriormente daría lugar a la idea de género, al afirmar que “una mujer no nace sino que se hace”. Esta autora defendía que aquellas características de las mujeres que podríamos considerar como femeninas no son fruto de la naturaleza, sino que son aprendidas a través de un complejo proceso individual y social. Hace referencia  al conjunto de contenidos, o de significados, que cada sociedad atribuye a las diferencias sexuales.

La aportación fundamental del concepto de género consiste en resaltar la relación entre masculinidad y feminidad con los procesos de aprendizaje cultural y de socialización a los que cualquier individuo está sometido desde su nacimiento.

Es a través de esos procesos de socialización como las personas adoptan y asumen como propias las normas socialmente definidas para su sexo, llegándose a constituir en elementos definitorios de su propia identidad. 

Otro punto a destacar es que, a diferencia de lo que muchas veces se supone, debe aclararse que “la categoría de género es adecuada para analizar y comprender la condición femenina y la situación de las mujeres, y lo es también para analizar la condición masculina y la situación vital de los hombres. Es decir, el género permite comprender a cualquier sujeto social” (2). O dicho de otra forma “género hace referencia al género masculino y al género femenino. Género no es igual a mujer” (3). Y es que los hombres también tienen género.

En definitiva, el género consiste en la “interpretación cultural del sexo, es decir, el conjunto de expectativas sociales depositadas sobre los roles a desempeñar por hombres y mujeres: lo que se espera de ambos. De esta forma, género alude a los roles, identidades, actitudes, comportamientos, funciones, etc. que la sociedad adjudica a cada sexo. Esta construcción sociocultural sobre una base biológica se conoce con el nombre de sistema sexo-género; y se convierte en un elemento estructurante de toda sociedad. 

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(1) Cfr. S. Beauvoir (1949). El segundo sexo (vol. I y II). Madrid: Cátedra, Universitat de Valencia, Instituto de la Mujer.

(2) Cfr. M. Lagarde (1996). Género y feminismo. Desarrollo humano y democracia. Madrid. Horas y Horas. Segunda edición de 1997. Pág. 29

(3)I. Cfr. López y B. Sierra (2001). Integrando el análisis de género en el desarrollo. Manual para técnicos de cooperación. Madrid: IUDC/UCM. Pág. 4.