Obras de Arte

Descubre mi obra en http://www.artelista.com/

LO FEMENINO EN EL LENGUAJE




Imagen: "Altos muros" -Ana Luisa Muñoz Flores



LO FEMENINO EN EL LENGUAJE

I  ¿ES NEUTRAL EL LENGUAJE?

Las palabras designan cosas, pero sin una lengua que las signifique globalmente, no serían nada. Antes que todas las palabras está la lengua, porque sin ella no sabríamos qué son las palabras. La identidad no consiste en tener nombres sino en pertenecer a un mundo. Y de este modo, bautizar no es un acto puramente clasificador, sino un rito de iniciación, de pertenencia a un todo significado, fuera del cual sólo queda un eco repetido e incomprensible del nombre.
El descubrimiento de la no-neutralidad del lenguaje y el estudio de sus mecanismos reproductivos ha abierto un espacio en la conciencia de los hablantes. El lenguaje, en cuanto espejo y reproductor del orden simbólico de las comunidades humanas, se ha convertido en un objeto de análisis crítico y, a menudo, también de intervención y planificación. Un ejemplo de esto es la reflexión sobre el fenómeno del sexismo lingüístico que inició en los años setenta.

II. FILOSOFÍA ESPONTÁNEA EN EL LENGUAJE E IDEOLOGÍA:
Para exponer como opera la hegemonía sobre los grupos sociales dominados, Gramsci, 1985, (1) recurre a dos conceptos clave: sentido común y buen sentido. Gramsci considera que todos tomamos parte, seamos conscientes de ello o no, de una “filosofía espontánea” contenida en el lenguaje  y en todo un sistema de creencias y supersticiones compartidos que se encuentran permeados por múltiples influencias culturales, religiosas, etc. que variarían según el grupo social, la tradición e historia de cada pueblo.
 El sentido común gramsciano sería una concepción del mundo absorbida acríticamente por los diversos ambientes sociales y culturales en los que se desarrolla la individualidad moral del hombre medio. Se trataría de una concepción disgregada, incoherente, inconsecuente del mundo del que somos parte que estaría formada por múltiples partículas de distintas ideologías entre las que convivirían contradictoriamente elementos populares derivados de la experiencia social y otros valores propios de las clases gobernantes. Así, el sentido común condiciona fuertemente no sólo nuestra forma de pensar, sino nuestros comportamientos. Dicho de otro modo, guía nuestra forma de ver y vivir la vida.


Esta noción de sentido común nos permite acceder a comprender toda la complejidad de creencias, valores, éticas, hábitos que se entrelazan caóticamente en la mentalidad popular de un pueblo formando un mosaico ideológico que a menudo se nos presenta indescifrable.

Así, cuando uno se pregunta cómo se explica que un trabajador -que vive de su salario, paga sus impuestos y ve como el paro afecta a sus allegados- confíe el voto a partidos que dictan reformas que empeoran las condiciones laborales, se está interrogando, quizás sin saberlo, sobre estas cosas de la hegemonía y el sentido común.


 1. EL TÉRMINO SEXISMO
Es usado de acuerdo a Margarita Tapia-Arizmendi y Patrizia Romani (2) comúnmente para designar la tendencia a discriminar un sexo, especialmente el femenino, en el campo social y cultural. Diversas son las formas de discriminación; cuando ésta tiene como instrumento la lengua se habla de sexismo lingüístico. Un lenguaje sexista ignora a la mujer, o la homologa al hombre, o la representa como una excepción; una lengua usada de tal modo que excluye u oscurece a algunos sujetos sociales no sólo representa lingüísticamente la negación de los mismos, sino que contribuye a la reproducción y permanencia de prejuicios comunes. El problema de un lenguaje discriminatorio que no vehicula adecuadamente las diferencias de género y da una representación deformada del sexo femenino, tiene dos aspectos, uno mujeres, y otro concerniente al uso que se hace de ellos en la práctica lingüística.

Del mismo modo podemos advertir sin mucha dificultad como el patriarcado imbricado en una religión como la católica, fuertemente enraizada en la mentalidad popular- interviene en nuestra manera de entender el modelo de la familia y las relaciones entre sus miembros.


En contraposición y como superación de ese sentido común, Gramsci desarrolla el concepto del buen sentido que sólo puede nacer de la determinación individual y colectiva de dejar de participar de una concepción del mundo impuesta por el ambiente externo (hegemonía de la clase dominante) para elaborar una concepción del mundo consciente y crítica propia de un grupo o grupos sociales, construyendo, a partir de los elementos potencialmente emancipadores que se confunden en el sentido común popular una nueva cultura, una ética, unos valores, y unos hábitos o pautas de vida coherentes con el mundo que nos proponemos construir.

De este modo aparece claro que lo cultural, lo ético, lo cívico es constitutivo y está determinado a su vez por lo ideológico.

 En este sentido podría decirse que todo nuestro pensamiento y lenguaje es ideológico, sin embargo matiza que ciertamente la ideología se restringe a aquellos asuntos cruzados por los sistemas de creencias y que tienen que ver con relaciones de poder, pues a la hora del desayuno, una pelea entre marido y mujer sobre quién plancha la ropa no es necesariamente un asunto ideológico, pero se convierte en tal cuando, por ejemplo, empiezan a entablar cuestiones relativas al poder sexual, opiniones en relación con el papel de los sexos.

Teresa Meana Suárez (3) afirma que la lengua, además, constituye, como mínimo, el reflejo de la realidad, de la sociedad que la utiliza. Así como la sociedad es racista, clasista, heterosexista, la lengua también lo es, a través de la palabra. Y por supuesto recoge las desigualdades derivadas de la situación de discriminación de las mujeres y refleja todo el sexismo y androcentrismo existentes. Y ya que tanto el género, el androcentrismo como el sexismo se manifiestan en los distintos usos de la lengua.



_____________________________________________________________________________________________

(1) Cfr. Gramsci, Antonio. (1985)  A. Introducción al estudio de la filosofía. Editorial Crítica. Barcelona

(2)Tapia-Arizmendi, Margarita; Romani, Patrizia  (2012) Lengua y género en documentos académicos

 Convergencia. Revista de Ciencias Sociales, vol. 19, núm. 59, mayo-agosto, Universidad Autónoma del Estado de México, México

.
(3) Cfr. Meana Suárez, Teresa Porque las palabras no se las lleva el viento... POR UN USO NO SEXISTA DE LA LENGUA.

Ana Luisa Muñoz Flores- Chile-Noviembre de 2016

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...