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13 de noviembre de 2017

COSMOVISIÓN MAPUCHE RELACIONADOS CON LA ENFERMEDAD Y LA SANACIÓN. LINDA MUÑOZ FLORES





COSMOVISIÓN MAPUCHE RELACIONADOS CON LA ENFERMEDAD Y LA SANACIÓN

















Linda Jacqueline Muñoz Flores (Psicóloga)
                                    
 



















Imagen: “Indómito pueblo”. Ana Luisa Muñoz Flores (alumuflores)


INTRODUCCIÓN

En este trabajo se abordan aspectos centrales de la cosmovisión mapuche relacionados con la enfermedad y la sanación; entendiendo la cosmovisión como las pautas culturales que explican y dan coherencia al hombre en el mundo, en ese sentido la cosmovisión es holística y el modelo medico mapuche, deriva de esta cosmovisión en dos elementos fundamentales, como la mantención de la reciprocidad y la idea de que el mundo se articula en torno a una categorización de las unidades que lo conforman, unidades que estarían compuestos por polos opuestos y complementarios. Se abordan los conceptos de equilibrio, desequilibrio, energía negativa y energía positiva, indicando las palabras empleadas en el mapudungun o idioma nativo mapuche. Se describen actividades de los agentes de la sanación mapuche, rol de estas personas y sus acciones frente a la enfermedad. Se presenta la función de la persona que tiene rol de machi. Se aborda el impacto de la cultura occidental sobre las costumbres, la cultura pehuenche, el sistema curativo, la salud de los mapuches y una pequeña propuesta para el Hospital El Carmen de Maipú, considerando el número de personas, tanto en Maipú y Cerrillos que suman sobre 10.0000 personas.


EQUILIBRIO Y RUPTURA DEL EQUILIBRIO
Al mapuche le afecta todo lo que ocurre en la naturaleza; cuando de alguna forma se rompe el equilibrio, las relaciones entre los seres se ven afectadas. Si alguien rompe el equilibrio al transgredir leyes de la naturaleza, sufre las consecuencias del desequilibrio que ha provocado: la enfermedad tanto física como espiritual (Marileo, 2002). Este desequilibrio se manifiesta en el plano físico o psicológico y es conocido como kutran o enfermedad. Para los mapuches la enfermedad ocurre cuando el hombre se encuentra en su estado más vulnerable, es decir, cuando su condición de “che” (persona) se ha debilitado; si el cuerpo y el alma de la persona no funcionan en un momento dado como una sola voluntad de ser y hacer, con una única e íntegra intención, se torna en nido atractivo para que lo posesionen o cohabiten en él espíritus (Mora, 1991).
La ruptura de la armonía en la red de relaciones sucede en diversas situaciones, por ejemplo, cuando el ambiente dentro de la familia es de discordia, hay peleas entre vecinos, no hay alimento para los animales, no se respetan los lugares sagrados ni los seres que habitan en ellos, se daña la naturaleza en forma consciente. Cuando esto sucede, los desórdenes y desequilibrios que el individuo provoca traen consecuencias en la salud (Marileo, 2002).
 La falta de salud no sólo se puede observar en la presencia o ausencia de dolor, el dolor es la maduración de la enfermedad que ha ingresado a la vida de la persona. Por tanto, se debe considerar aspectos más allá de la expresión concreta de una enfermedad, poniendo atención a manifestaciones tanto de la persona como del medio que la rodea (Ibacache, 2001b).

Wekufe o wekufü alude a todo lo negativo y desconocido que existe y que puede provocar kutran o enfermedad. El concepto de wekufe o wekufü tiene múltiples formas: sujeto, cualidad o agente. El aspecto patógeno involucrado en este concepto tiene relevancia para comprender la noción mapuche de enfermedad, especialmente su modalidad de tipo energética o energía wekufü. Este tipo de energía puede ser concentrada y proyectada a distancia, así como también condensarse en forma sutil o grosera dentro de un ser vivo o una cosa. Ella puede ser irradiada por el pensamiento o emoción de un hombre (odio, ira, envidia, etc.), por un espíritu maligno, por el alma de un difunto y por cualquier ser de cualidad wekufü. La energía perturbadora, al penetrar en un organismo biológico, provocará una ruptura de la armonía desencadenando la enfermedad, produciendo perturbaciones de carácter físico visible y, además, perturbaciones psíquicas (Aukanaw, 2001a). 




SISTEMA CURATIVO
La cultura mapuche desarrolló un sistema curativo para restablecer el equilibrio y la armonía (Marileo, 2002), conjunto de conocimientos y prácticas que han sido utilizadas durante siglos por los mapuches. En este sistema conceptual se entiende que el cuerpo está interconectado con la espiritualidad, las emociones y los pensamientos (Bacigalupo, 1995). Dentro del sistema curativo mapuche hay sujetos con roles para buscar el equilibrio y reordenar los elementos restableciendo la salud y el bienestar (Marileo, 2002), los principales son: Machi, encargado o encargada de la curación natural, única persona autorizada para establecer un puente directo con los espíritus creadores y los ngen (espíritus protectores).
Es un ser humano especial que tiene comunicación directa con los espíritus protectores y las realidades no-ordinarias (Aukanaw, 2001a). Lawenche, meica o hierbatero, persona que tiene dones para conocer las propiedades de las hierbas curativas y remedios naturales. Ngütamchefe, persona conocedora de la forma, funciones y posición de los huesos y encargada de componerlos cuando han sufrido roturas o alteraciones en su posición. Püñeñelchefe, persona especialista en maternidad y con conocimiento de cómo debe nacer un niño y de cómo solucionar los problemas que se presentan en el momento del nacimiento.
FUNCIÓN DEL O LA MACHI
El sistema curativo mapuche se basa en las leyes de la mapu (tierra), estableciendo vínculos estrechos con los seres y espíritus benéficos del wenumapu. Este sistema se centra en el o la machi, respetado(a) por su autoridad, sabiduría y poderes.
 A continuación, en el presente texto se emplea la expresión “la machi” para aludir a esta función sea realizada por un varón o una mujer. La machi cumple un papel fundamental en la comunidad siendo portadora de las creencias mitológicas y de la experiencia ritual, intérprete de instrumentos musicales, de la poesía chamánica y de la danza tradicional, sacerdotisa, profetisa, guía espiritual, juez, agente de salud y experta terapeuta (Grebe, 1995).
Para ser iniciada en su función la machi debe pasar por una serie de pruebas rituales. Estas pruebas se hallan presentes a lo largo de un viaje místico e implican un descenso al mundo inferior y la muerte simbólica del candidato, posteriormente ascender a la región celestial o superior con un segundo nacimiento en un estado trascendente del ser, volviendo finalmente al mundo medio, el de los humanos (Aukanaw, 2001c). Debe atravesar una serie de transformaciones, tanto físicas como espirituales, que la preparan para recibir al fileu o espíritu que posteriormente ocupará su cuerpo como medio para restablecer el equilibrio y armonía.
 Lo anterior se refleja en una serie de enfermedades que vivencia antes de cumplir su rol. La machi con sus ceremonias y curación no ataca el síntoma sino la causa de la enfermedad requiere mucha energía y fuerza para que el espíritu que desequilibró a la persona el deje libre. Ella entra en trance para que el fileu realice el acuerdo con los espíritus perturbadores y encuentre el remedio y procedimiento exacto para restablecer el bienestar del enfermo (Echeverría et al., 2002). Para recuperar el equilibrio y la armonía perdida, el mapuche debe recurrir a la machi, quien intercede ante los ngen y espíritus creadores (Marileo, 2002).
Para esto conoce y maneja los remedios naturales debido al apoyo y sabiduría entregada por los espíritus creadores y el fileu, interviniendo para llegar a un acuerdo o convenio con los espíritus. Los mecanismos que la machi pone en acción durante el proceso de curación corresponden no sólo a su propia vivencia de los mitos que le dan sentido a la práctica, sino también a la vivencia del paciente que los conoce. Así, el enfermo se encuentra ante una personalidad carismática que está actuando sobre él y, además, su propia concepción del universo le da sentido tanto a la enfermedad como a la cura.
 El paciente se siente destinatario de un orden cósmico que entra en acción para ayudarlo, orden representado en la figura de la machi. Tanto el agente como el paciente poseen una misma vivencia del proceso, incrementada por la machi a través del ritual de curación que revive la adquisición de poderes y la proyecta hacia el enfermo, hasta lograr que la percepción emotiva de éste quede absolutamente ligada al ritual que se oficia (Aukanaw, 2001a). El rol de machi está culturalmente constituido como propiciador de los espíritus ancestrales, combatientes de las enfermedades y fuerzas del mal, conocedor de los sagrados códigos y normas que velan por el bienestar de la comunidad y gran conocedor de hierbas y remedios. La importancia de los sueños chamánicos, del rewe o altar y del kultrún o tambor ritual son elementos comunes a todas las machis (Bacigalupo, 1995). La machi actúa también como sacerdotisa ritual en las ceremonias colectivas de nguillatun, buscando el bienestar general de la comunidad. Existen grandes diferencias entre las machis, lo que influye en la relación machi-paciente y machi-comunidad.
En ciertas localidades el prestigio e influencia de él o la machi dentro de la comunidad a la cual pertenece son mucho más significativos, sea por su grado de adaptación frente a prácticas de salud y culturales chilenas, por el tipo de llamamiento, por la etapa de la vida en la cual fue iniciada, por los resultados de sus prácticas o por características personales. Además, los agentes de curación o salud popular, como hierbateros y meicas, pueden reemplazar a la machi en el caso de enfermedades producidas por efectos del frío, calor, aire, alimentación y algunas causas mágicas, pero las enfermedades atribuidas a posesión de espíritu maligno, pérdida del propio espíritu y otras causas sobrenaturales sólo pueden ser tratadas por machis (Bacigalupo, 1995)
IMPACTO DE LA CULTURA OCCIDENTAL
Las personas mapuches, especialmente los adultos y ancianos, plantean que en la actualidad el cambio paulatino de la forma de vida mapuche por el estilo de vida winka u occidental produce, como consecuencia, el alejamiento cada vez mayor de las tradiciones y costumbres propias de ellos, el ka mogen o winkawün, enfermedades del mundo winka (Ibacache, 2001b). Expresan que la cultura occidental impacta negativamente en la salud de la población mapuche.
Sostienen que el problema más grave en las comunidades mapuches es la pérdida de la forma de vivir, la alimentación, la forma de cultivo (ya no usan cultivos limpios, los cultivos tienen veneno y producen enfermedades). Para que una persona tenga remedio, tendría que estar en su medio, fiel a su cultura y contexto (Ibacache, 2001b). Específicamente, en las comunidades pehuenches del Alto Bío-Bío existe la percepción de que la salud antiguamente era mejor, la situación habría cambiado negativamente a causa de factores como un consumo de alimentos menos naturales y uso de medicamentos tanto por parte de las madres embarazadas como de los niños, junto a cambios en las prácticas de crianza, como el acortamiento de los períodos de amamantamiento (Díaz, Pérez, González y Simon, 2004).
No obstante, lo anterior, una mayoría de personas mapuches opta por acudir a las postas y consultorios de salud considerando que son más confiables los procedimientos de diagnóstico, los implementos que utilizan y que es más efectivo su resultado. Consideran necesario hacerse los exámenes de salud periódicos y visitar inmediatamente al profesional de salud ante una enfermedad (Díaz, Pérez, González y Simon, 2004); aunque ignoran sus conceptos y clasificaciones (Rivera, Vicente, Medina, Rioseco, Vielma y Saldivia, 1997).
Esto los ha llevado a disminuir el uso de hierbas curativas y la consulta a meicas y hierbateros. Sin embargo, ante cierto tipo de enfermedades de origen mágico-religioso declaran que es incompetente la acción del profesional de salud occidental, debiendo recurrir en estos casos a los agentes de salud propios de la cultura mapuche. En la actualidad, el pueblo mapuche se encuentra ante nuevas condiciones de vida y nuevas exigencias, percibe modificaciones en sus costumbres de salud y sistema curativo tradicional.
Sus prácticas ancestrales están siendo reemplazadas por estilos de vida occidental, debiendo adaptarse a las características y condiciones del servicio de salud del estado. Es necesario precisar que, en este cambio, el pueblo mapuche no es un actor pasivo; por el contrario, es activo y esto se pone de manifiesto en diversas situaciones
 La forma en que se ha instalado el sistema de salud (alternativo al tradicional) demanda a la comunidad indígena una adaptación a las exigencias de procedimientos del sistema, incluyendo la interacción con los funcionarios de salud. La característica de mayor relevancia no es el conjunto de nuevas normas y procedimientos, sino aspectos propios de relación interpersonal de “beneficiario pehuenche - funcionario de salud”. En este sentido, el presente trabajo puede aportar a un mejoramiento de esta relación al facilitar la comprensión de la cosmovisión mapuche (Díaz et al., 2004).
 Resulta evidente que esta visión de mundo es distinta a la de occidente y que al provenir de una cultura ancestral está fuertemente arraigada en los integrantes del pueblo mapuche. Para los funcionarios y profesionales de los servicios de salud que interactúan en el ámbito de la salud con las personas mapuches, se hace recomendable acercarse a la comprensión de sus ideas y emociones; más allá de sus creencias al enfrentarse a las enfermedades, es preciso conocer su cosmovisión reconociendo la diversidad cultural e identificando los aportes y necesidades diferenciales que presentan. Esto permitirá una mayor confianza y mejor relación con el o la paciente. En otro nivel del sistema de salud, se hace conveniente reorganizar los servicios, descentralizarlos y abrir los espacios a la participación de la comunidad (Ibacache, 2001a). Para alcanzar lo anterior se requiere una nueva forma de relación a partir de los portadores de la mirada científica. Esto se está llevando a cabo en distintos lugares; por ejemplo, en el Hospital Maquehue-Pelale, Servicio de Salud Araucanía Sur, se pone en práctica un modelo que integra ambas formas de salud, tanto científica como mapuche, incorporando las propias categorías y etiologías de enfermedad desde el punto de vista del contexto particular y cultura mapuche (Ibacache, 2001a). Empleando nuestro punto de referencia y epistemología podríamos intentar entender cómo impactan las costumbres, actividades y valores occidentales sobre la vida mapuche, pero esto no asegura comprender la percepción que ese pueblo puede tener. La cosmovisión de mundo mapuche es distinta a la de occidente, el mundo que traen a la mano sus palabras, sus acciones y sus interacciones es un mundo distinto del occidental nuestro. El desafío es lograr una mejor comprensión desde esa perspectiva y cosmovisión mapuche.
IMPLEMENTACION DE TRABAJO EN HEC
La iniciativa implementada desde el MINSAL, en conjunción con la intendencia metropolitana a partir del año 2000 en 8 comunas de la región metropolitana y en la misma región de la Araucanía, en la que nace el Hospital intercultural; con facilitadores interculturales impulsado, por la organización mapuche KALLFULICAN y se integra un modelo medico occidental y mapuche, que podrían considerase como base para una propuesta para nuestro hospital de carácter estratégico que considere las siguientes líneas.
1.- Que nuestro hospital se le dé un carácter intercultural y que se permita, considerando indicadores existentes en la actualidad y evaluación local de comunidades diversas
2.- Trabajo con farmacia local mapuche de la Comuna de Maipú y convenio para pacientes que deseen hacer uso de otro tipo de fármacos.
3.- Preparación de médicos en modelos de atención diferente a la medicina occidental con unidad de capacitación.
4.- Estimular la investigación y conocimientos de otros pueblos con unidades afines.
5.- Generar monumento de diversidad al interior y adherencia a días, fechas importantes en forma institucional.
6.- Las políticas locales de salud deben ser construida por los propias comunidades y participación activa en forma vinculante y con orgánica respectiva, con marcos legales actuales y las propias que se den al interior.
7.- Integrar en los diferentes servicios de SALUD, mirada de identidad que se den los propios usuarios de los servicios y apoyo de la APS.
8.- Formación de agentes comunitarios en Pueblos, con preparación a visitas a enfermos y su contexto.
9.- Fomentar el proyecto huertos o activar la organización con personalidad jurídica para esa finalidad.
10.-Pasantias al hospital de Temuco




REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

·         AUKANAW (2001). Medicina y psicología mapuche. En URL: www.geocities. com/aukanawel/
·         AUKANAW (2001b). El ülutun rito terapéutico mapuche I, II, III. En URL: www. geocities.com/ aukanawel/
·         AUKANAW (2001c). Pinturas rupestres y pirámides en la Patagonia. En URL: www.geocities.com/ aukanawel/
·         BACIGALUPO, M. (1995). Métodos de curación tradicional mapuche. La práctica de la machi contemporánea en Chile. Enfoques en Atención Primaria, 9 (4), 7-13
·         DÍAZ, A., Pérez, V., González, C., y Simon, J. (2004). Impacto de costumbres occidentales y servicios de salud sobre las percepciones de una comunidad.
·         ECHEVERRÍA, R., González, P., Sánchez, A. y Toro, P. (2002). Imaginario social de salud pehuenche de la comunidad de Callaqui en el Alto Bío-Bío. Departamento de Psicología, Universidad de Concepción
·         GREBE, M. (1995). Etnociencia, creencias y simbolismo en la herbolaria chamánica mapuche. Enfoques en atención primaria, 9 (2), 6-10
·         IBACACHE, J. (2001a). Equidad salud y desarrollo. En URL: www.mapuexpress. net/publicaciones publicaciones 6.htm
·         IBACACHE, J. (2001b). Rume kgen mew ta az mapu/ Epidemiología de la transgresión en MaquehuePelale. En URL: www.mapuexpress.net/publicaciones/ publicaciones6.htm
·         MARILEO, A. (2002). Mundo mapuche. Meridión Comunicaciones, Chile
·         MEDICINA MAPUCHE: La emergencia de la farmacia Makewelawen en el contexto urbano. Una Mirada desde la antropología medica.
·         MORA, Z. (1991). Antiguos secretos y rituales sagrados según el arte de curar indígena. Kushe, Chile



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