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26 de junio de 2017

ESPIRITUALIDAD Y CONCIENCIA



  Imagen: "En las fronteras del ser". Ana Luisa Muñoz Flores. alumuflores. Arte digital


La espiritualidad, palabra tan de moda en la actualidad, sigue dando lugar a numerosas interpretaciones de lo que es y de cómo manifestarla.
 
Ya dijimos que nada tiene que ver espiritualidad y religiosidad y por supuesto la espiritualidad en nada se parece ni se sustenta en ningún tipo de creencia.
 
LA ESPIRITUALIDAD LA MANIFIESTA EL SER HUMANO A TRAVÉS DE SU CONCIENCIA.
 
Cuál es el papel de las religiones convencionales en el surgi­miento de la nueva conciencia? Muchas personas ya han tomado conciencia de la diferencia entre la espiritualidad y la religión. Reconocen que el hecho de tener un credo (una serie de creencias consideradas como la verdad absoluta) no las hace espirituales, independientemente de cuál sea la naturaleza de esas creencias. En efecto, mientras más se asocia la identidad con los pensamien­tos (las creencias), más crece la separación con respecto a la di­mensión espiritual interior.
 
Muchas personas "religiosas" se en­cuentran estancadas en ese nivel. Equiparan la verdad con el pen­samiento y, puesto que están completamente identificadas con el pensamiento (su mente), se consideran las únicas poseedoras de la verdad, en un intento inconsciente por proteger su identidad. 

No se dan cuenta de las limitaciones del pensamiento. A menos de que los demás crean (piensen) lo mismo que ellas, a sus ojos, estarán equivocados; y en un pasado no muy remoto, habrían considerado justo eliminar a esos otros por esa razón. Hay quie­nes todavía piensan así en la actualidad.
 
La nueva espiritualidad, la transformación de la conciencia, comienza a surgir en gran medida por fuera de las estructuras de las religiones institucionalizadas. 

Siempre hubo reductos de espiritualidad hasta en las religiones dominadas por la mente, aunque las jerarquías institucionalizadas se sintieran amenazadas por ellos y muchas veces trataran de suprimirlos. 

La apertura a gran escala de la espiritualidad por fuera de las estructuras religiosas es un acontecimiento completamente nuevo. 

Anteriormente, esa mani­festación habría sido inconcebible, especialmente en Occidente, cultura en la cual es más grande el predominio de la mente y en donde la Iglesia cristiana tenía prácticamente la franquicia sobre la espiritualidad.
 
Esto sucede en parte como resultado de las enseñanzas espi­rituales surgidas por fuera de las religiones tradicionales, pero también debido a la influencia de las enseñanzas de los antiguos sabios orientales, que un número creciente de seguidores de las religiones tradicionales pueden dejar de identificarse con la forma, el dogma y los credos rígidos para descubrir la profundidad original oculta dentro de su propia tradición espiritual, y descu­brir al mismo tiempo la profundidad de su propio ser.
 
Se dan cuenta de que el grado de "espiritualidad" de la persona no tiene nada que ver con sus creencias sino todo que ver con su estado de conciencia. Esto determina a su vez la forma como actúan en el mundo y se relacionan con los demás.
 
Ekchart Tolle - Una nueva tierra

UNA ÉTICA PARA LA MADRE TIERRA. ANA LUISA MUÑOZ FLORES




    Imagen: Gaia. Ana Luisa Muñoz Flores. alumuflores




UNA ÉTICA PARA LA MADRE TIERRA

Por Leonardo Boff 14/03/2017

Hoy es un hecho científicamente reconocido que los cambios climáticos, cuya expresión mayor es el calentamiento global son de naturaleza antropogénica, con un grado de seguridad del 95%. Es decir, tienen su génesis en un tipo de comportamiento humano violento con la naturaleza.
Este comportamiento no está en sintonía con los ciclos y ritmos de la naturaleza. El ser humano no se adapta a la naturaleza sino que la obliga a adaptarse a él y a sus intereses. El mayor interés, dominante desde hace siglos, se concentra en la acumulación de riqueza y de beneficios para la vida humana a partir de la explotación sistemática de los bienes y servicios naturales y de muchos pueblos, especialmente, de los indígenas.
Los países que hegemonizan este proceso no han dado la debida importancia a los límites del sistema-Tierra. Continúan sometiendo a la naturaleza y la Tierra a una verdadera guerra, sabiendo que serán vencidos.
La forma como la Madre Tierra demuestra la presión sobre sus límites intraspasables es mediante los eventos extremos (prolongadas sequías por un lado y crecidas devastadoras por otro; nevadas sin precedentes por una parte y oleadas de calor insoportables por otra).
Ante tales eventos, la Tierra ha pasado a ser el claro objeto de la preocupación humana. Las numerosas COPs (Conferencia de las Partes), organizadas por la ONU nunca llegaban a una convergencia. Solamente en la COP21 de París, realizada del 30 de noviembre al 13 de diciembre de 2015 se llegó por primera vez a un consenso mínimo, asumido por todos: evitar que el calentamiento supere los 2 grados Celsius. 
Lamentablemente esta decisión no es vinculante. Quien quiera puede seguirla, pero no existe obligatoriedad, como lo mostró el Congreso norteamericano que vetó las medidas ecológicas del presidente Obama. Ahora le presidente Donald Trump las niega rotundamente como algo sin sentido y engañoso.
Va quedando cada vez más claro que la cuestión es antes ética que científica. Es decir, la calidad de nuestras relaciones con la naturaleza y con nuestra Casa Común no eran ni son adecuadas, antes, agresivas y bien son destructivas..."

Necesitamos, urgentemente, una ética regeneradora de la Tierra, que le devuelva la vitalidad vulnerada a fin de que pueda continuar regalándonos todo lo que siempre nos ha regalado. Será una ética del cuidado, de respeto a sus ritmos y de responsabilidad colectiva.
Pero no basta una ética de la Tierra. Es necesario acompañarla de una espiritualidad. Esta hunde sus raíces en la razón cordial y sensible. Todas las religiones y caminos espirituales tienen su origen de esta espiritualidad. De ahí nos viene la pasión por el cuidado y un compromiso serio de amor, de responsabilidad y de compasión con la Casa Común...
El conocido y siempre apreciado Antoine de Saint-Exupéry, en un texto póstumo escrito en 1943, Carta al General “X” afirma con gran énfasis: «No hay sino un problema, solo uno: redescubrir que hay una vida del espíritu que es todavía más alta que la vida de la inteligencia, la única que puede satisfacer al ser humano» (Macondo Libri 2015, p. 31).
En otro texto, escrito en 1936 cuando era corresponsal de Paris Soir durante la guerra de España, que lleva como título “Es preciso dar un sentido a la vida”, retoma la vida del espíritu. En él afirma: «el ser humano no se realiza sino junto con otros seres humanos en el amor y en la amistad. Sin embargo los seres humanos no se unen solo aproximándose unos a otros, sino fundiéndose en la misma divinidad. En un mundo hecho desierto, tenemos sed de encontrar compañeros con los cuales con-dividimos el pan» (Macondo Libri p.20). Al final de la Carta al General “X” concluye: «Cómo tenemos necesidad de un Dios» (op.cit. p.36).
Efectivamente, sólo la vida del espíritu da plenitud al ser humano. Ella es un bello sinónimo para espiritualidad, frecuentemente identificada o confundida con religiosidad. La vida del espíritu es más, es un dato originario y antropológico como la inteligencia y la voluntad, algo que pertenece a nuestra profundidad esencial.
Sabemos cuidar la vida del cuerpo, hoy una verdadera cultura con tantas academias de gimnasia. Los psicoanalistas de varias tendencias nos ayudan a cuidar de la vida de la psique, para llevar una vida con relativo equilibrio, sin neurosis ni depresiones.
Pero en nuestra cultura prácticamente olvidamos cultivar la vida del espíritu que es nuestra dimensión radical, donde se albergan las grandes preguntas, anidan los sueños más osados y se elaboran las utopías más generosas. La vida del espíritu se alimenta de bienes no tangibles como es el amor, la amistad, la convivencia amigable con los otros, la compasión, el cuidado y la apertura al infinito. Sin la vida del espíritu divagamos por ahí sin un sentido que nos oriente y que hace la vida apetecida y agradecida.
Una ética de la Tierra no se sustenta ella sola por mucho tiempo sin ese supplément d’ame que es la vida del espíritu. Ella hace que nos sintamos parte de la Madre Tierra a quien debemos amar y cuidar.

*Leonardo Boff es articulista del JB online y autor de Ética y Espiritualidad: cómo cuidar de la Casa Común, Vozes 2017.
Traducción de Mª José Gavito Milano

23 de junio de 2017

De mujeres que sueñan...nace un poema. Imagen: Ana Luisa Muñoz Flores (alumuflores)


                        Imagen: Mujeres aprendiendo estampado". Ana Luisa Muñoz Flores. alumuflores

"De Mujeres que sueñan...nace un poema". Ilustración de la portada "Mujeres aprendiendo estampado" de Ana Luisa Muñoz Flores(alumuflores), mención honrosa concurso1995 "La mujer pinta sin límites". Escuela de la Mujer PRODEMU. Chile.

Antología poética que fue editada con el patrocinio del Ministerio del Interior, Fondo Social Presidente de la República, sin fines de lucro.

"En los poemas que participaron en este concurso se encuentra la expresión de las múltiples y tal vez inagotables facetas de la seensibilidad femenina..." (Jaime Lavados M. Ex rectorUniversidad de Chile).

Este libro fue regalado a todas las Primeras Damas de la Primera Cumbre de las Américas.

La presentación de este libro fue realizado por la Sra. Marta Larrenechea.

"Luces en la Tempestad". Imagen: Ana Luisa Muñoz Flores. alumuflores







 Imagen: "Umbría" Ana Luisa Muñoz Flores (alumuflores)

LUCES EN LA TEMPESTAD DE MIRELLA NEIRA RODRÍGUEZ 


"La obra poética de Mirella Neira en su visión del mundo, es complemento al gran magnetismo de vivirla. Para el lector es una poesía transversal y convergente, desde donde éste se posesiona e identifica con sus vivencias, se adueña del estado de ánimo de la autora, al mismo tiempo su poesía es netamente intimista, con su propia visión, porque expresa su sentir en la gama de su personalidad diversificada. Por ejemplo, retorna a la niñez, consciente que ya no existe otro camino, sino que el imaginario, y que cuando llega allá, sólo queda por devolverse montada en el recuerdo, así revive una época que fue maravillosa pero breve. Mirella Neira de este modo prolonga su propia existencia sobre la tierra, "la vida urgente", como ella dice en un verso, porque la quiere experimentar profunda y rápidamente, tomando plena conciencia que ésta es breve y nadie sabe cuando nos abandona..." 

Nelly Salas 
Escritora, Presidenta 
C.L. Ateneo San Bernardo 
07/09/2011




REVISTA AURORA BOREAL DEL BICENTENARIO. ANA LUISA MUÑOZ FLORES (alumuflores)







          Revista "Aurora Boreal" del Bicentenario. Revista Literaria Nº 12 año 5 , 2010. Artista invitada. Ana Luisa muñoz flores (alumuflores). San Bernardo.




"La buscan con candiles". Imagen Ana Luisa Muñoz Flores (alumuflores)



Imagen: "La Buscan con candiles" por alumuflores 



"La Buscan con Candiles", hermoso libro de poesía de la escritora Nelly Salas. 

"Una vez soñé que las montañas tenían alas...", dice la poetisa, ingeniero y cantante y multifacética Nelly Salas Vargas. 


"La Buscan con Candiles", es el sugerente título para el presente texto donde barbechan poemas escritos con infinita ternura y colmados de pura emoción, dedicados a los niños. 



Libro Umbral. Una invitación a soñar. Ana Luisa Muñoz Flores



                     Imagen: Libro "Umbral". Una invitación a soñar de Ana Luisa Muñoz Flores. alumuflores


                   Este libro es la obra de una mujer chilena que está preocupada por el destino de la humanidad. La mujer chilena que lo escribió y que es la misma que produjo sus imágenes se llama Ana Luisa Muñoz y  es alguien que se ha dado cuenta de que la humanidad va por un muy mal camino o, mejor dicho, que el camino por el que se está deslizando en la actualidad conduce al despeñadero de una manera inevitable. Un mundo socialmente injusto, económicamente desigual, genéricamente inarmónico, ecológicamente insensible, eso es aquello con lo cual los humanos de este tiempo debemos entendernos cada día que pasa. Todas las informaciones que obran en nuestro conocimiento o, más precisamente, las que obran en el conocimiento de cualquier persona medianamente educada en los tiempos que corren, nos/le confirman lo mismo.

Estamos en umbral, como dice Anita Muñoz, pero en un umbral que es (para reescribirlo con otra metáfora) un cuchillo con un filo malo y otro bueno. Si el umbral es un sitio liminar, si es el puente, esto es, el espacio que abre el desplazamiento de la persona hacia otra cosa, en lo que a la gente de nuestro tiempo respecta esa otra cosa bien pudiera ser el fin. No es que uno quiera dárselas de apocalíptico. Ocurre que el apocalipsis se anda anunciando entre nosotros desde hace ya un rato largo. Tanto es así  que a veces nos preguntamos cómo es que no se ha desatado todavía. Cuando a  la segunda guerra mundial, que ya había matado cincuenta y cinco millones de personas, se le quiso poner fin matando a otras ciento sesenta  mil y de una vez, en Hiroshima y en Nagasaki, el futuro quedó escrito con letras de molde. El reino de la insensatez se había instalado sobre la tierra. La aniquilación de todo y de todos había llegado a ser, por primera vez en la historia de la humanidad, un suceso que cabía dentro del ámbito de lo que era posible. Y hoy, reconozcámoslo, con mucha más eficiencia que en Hiroshima y en Nagasaki.

Con todo, no es esa la clase de aniquilación que más preocupa a la autora de este Umbral. A ella la inquieta sobre todo la otra, esa que no por ser más despaciosa es menos mortífera. Me refiero a la que está teniendo lugar cotidianamente, en el marco contemporáneo de las relaciones de los seres humanos con los seres humanos, por una parte, y en el de los seres humanos con su entorno natural, por otra. En el primero de estos dos escenarios, Anita Muñoz privilegia las relaciones de género, y tiene toda la razón para hacerlo. El desequilibrio social y económico lo conocemos bien, sabemos cuáles son sus causas y cuáles sus dimensiones y hasta hemos logrado desarrollar estrategias y tácticas para enfrentarlo desde hace ya un par de siglos. Que no siempre hayan sido esas estrategias y esas tácticas todo lo eficaces que a nosotros nos hubiese gustado, es otra historia, por supuesto, una historia de desencuentros y torpezas políticas deplorables que yo por lo menos creo que se podrán remediar alguna vez. No acontece lo mismo con la relaciones de género. Su teorización es más reciente. El segundo sexo, el libro de Simone de Beauvoir que en el campo del feminismo se equipara con El capital de Marx en el de las relaciones sociales, está cumpliendo sesenta años, apareció recién en 1949...              Por Grínor Rojo

             
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