Imagen: José Luis Toledo Bravo
Mujer y patriarcado en el plano económico-laboral.
En el capitalismo, la mujer se ve forzada a
vender más barata la fuerza de trabajo, a realizar dobles y triples jornadas
laborales (las mujeres trabajan más que los hombres en Chile (1)), a tener menores oportunidades que los hombres en el mercado
de trabajo. Se han dado cambios importantes en la forma de producción, que
incorporan las relaciones patriarcales a la nueva manera de organizar la
sociedad.
La familia pierde su proyección social y
aparece la separación entre: a) vida pública (cultura, política, producción)
que se le asigna al varón y tiene carácter participativo; b) vida privada
(relaciones familiares, maternidad, atención a la mano de obra) que se le
asigna a la mujer, esposa, madre, ama de casa, y tiene carácter íntimo.
Un trabajo tantas veces alienado y opresor, se
da: la división entre trabajos exclusivamente masculinos y exclusivamente
femeninos, basada en un falso paternalismo o en roles-estereotipos. La
actividad de la mujer se centra en trabajos que se relacionan con su papel en
la familia: enfermeras, secretarias, maestras.
Esto les obliga a dedicarse al servicio
doméstico o a la economía sumergida, con sueldos de miseria y muchas veces sin
horarios ni derechos laborales. - La doble jornada que resulta para la mujer
que realiza un trabajo fuera de casa y tiene que hacerse cargo, además, de las
tareas familiares.
En el artículo Proyecciones para un año de
lucha feminista en Chile. (2), dice que la participación activa de
las mujeres en el mercado laboral ha sido un elemento clave para el crecimiento
económico. Por una parte, la fuerza laboral femenina ha crecido considerablemente
en comparación con la masculina, además la tasa de participación femenina ha
mostrado una sostenida tendencia ascendente.
No obstante, su participación está fuertemente
marcada por su área de residencia y nivel de capacitación: las mujeres de sectores
rurales son las que menos registran variación en su tasa de participación y se
encuentran en clara situación de desventaja respecto al acceso de la tierra y
la tecnología para su explotación
No obstante, mayores niveles de capacitación no
aseguran una menor brecha salarial, ya que como demuestra la encuesta CASEN del
2013 ésta ha aumentado en un 25% en comparación al año 2015, y se incrementa en
la medida en que aumentan los años de estudio.
Se pone el foco, por tanto, en las mujeres como
población beneficiaria (como por ejemplo el programa de "Mujer Trabajadora
y Jefa de Hogar" del SERNAM) y no como sujetos activos, sobrecargándolas
laboralmente en tanto que agentes clave para el crecimiento económico al
potenciar sus múltiples roles productivo, reproductivo y comunitario.
La brecha entre hombres y mujeres se nota en
toda la escala económica, ya sea entre aquellos que ganan menos y también entre
los más ricos del mundo. En la cúspide de la pirámide, el porcentaje de riqueza
controlado por los hombres es diez hombres más ricos del mundo es un 83%
superior al de las diez mujeres más ricas del mundo, según el ranking de
billonarios de la revista Forbes. Esta brecha en la élite económica se nota en
la presencia de mujeres en los gobiernos corporativos de las empresas.
El número de mujeres en los consejos de
administración de las compañías cotizadas en el Ibex 35 representan un 16% del
total (una por cada seis consejeros), según los datos del X Informe sobre
Juntas Generales de Accionistas de las Empresas del Ibex.
También se aprecia en los sueldos que cobran
los hombres y mujeres cuando ocupan altos puestos directivos. De hecho, el
65,1% de mujeres directivas españolas cree que aún existe discriminación
salarial para las mujeres en el ámbito empresarial, de acuerdo a una reciente
encuesta de Adecco. E, incluso, afecta a las riquezas que provienen de
herencias.
Menos del 30 por ciento de los billonarios cuya
riqueza es heredada en la lista de Forbes de 2014 son mujeres, lo que sugiere
que los padres dejan una mayor proporción de su fortuna a sus hijos varones,
según Caroline Freund, analista do Instituto Peterson de Economia Internacional.
De acuerdo a esta analista, que la riqueza se
concentre en unos pocos es “perturbador”. “El hecho de que esos pocos sean
sobre todo hombres, lo hace todavía más preocupante”, concluye (3).
(1) Chile, encuesta INE, noviembre 2016
(2) Cfr. Correa, M., y Monckeberg, M. en Mujeres Chilenas. Citado por Proyecciones para un año de lucha feminista en Chile. Observatorio Género y equidad. Chile
(3) Cfr. Coll, Aida (2015) La mirada de todos Irispress, Magazini
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