Imagen: "Claoscuro" - Ana Luisa Muñoz Flores
PERSPECTIVA DE GÉNERO
Esta perspectiva o enfoque asume como objeto de
estudio el género como elemento de identidad social, no las mujeres o los hombres como grupos de
individuos que pertenecen a un determinado sexo.
Se emplea para explicar cuándo
las diferencias se convierten en asimétricas o desventajosas para un sexo,
aportando los instrumentos teóricos y metodológicos para elaborar una
“reconstrucción” social y
cultural de lo “femenino” y lo “masculino”.
Por lo tanto, este tipo de análisis parte del
reconocimiento de la existencia de desigualdades entre las mujeres y los
hombres.
La perspectiva de género es inclusiva, ya que
incorpora otras variables que influyen en la discriminación, como lo son la
clase, la raza, la etnia, las creencias religiosas y políticas, la orientación
sexual, la edad y la discapacidad).
Esta característica es particularmente útil en
los análisis sobre las estructuras familiares, ya que permite incorporar otras
variables que influyen en las relaciones que establecen los miembros del núcleo
familiar para su reproducción.
En este marco explicativo, podemos comprender,
por una parte, que las familias indígenas son discriminadas por su origen
étnico, pero por otra, no permite profundizar en este análisis para reconocer
que no todos los integrantes de las familias indígenas viven la discriminación
de igual forma y con la misma intensidad.
Las mujeres indígenas son triplemente
discriminadas, por ser mujeres indígenas pobres y no mujeres occidentales
blancas de clase media. Esta discriminación la viven las mujeres indígenas
dentro y fuera de su hogar, a diferencia de los varones a quienes la sociedad
patriarcal les permite ejercer su poder en el seno familiar.
Además, este análisis permite comprender los
factores qué hacen que las mujeres indígenas sean más pobres y más explotadas
que los hombres indígenas, aunque su etnia sea la misma y vivan bajo el mismo
techo.
Mariana Daniela Gómez, en su artículo “El género
en el cuerpo”, 2009 (1) como se corporifica en cuerpos concretos que se
modelan social y subjetivamente, 2) se espacializa
(el género tiene un correlato inmediato en la producción social de
los punto de partida consideramos que el género posee tres dimensiones básicas,
interrelacionadas y acopladas en la práctica cotidiana de los sujetos: 1) el
género espacios y lugares) y 3) el género se representa, se simboliza y se
predica a través de discursos y representaciones sobre lo femenino y lo
masculino desde la puesta en uso de esquemas de género de visión y división
(Bourdieu, 1991).
Y desde la producción de identidades y categorías
sociales presentes en el lenguaje.
(1 Cfr. Gómez, Mariana Daniela (2009). El género en el cuerpo Avá n.15 Posadas Licenciada en Ciencias Antropológicas. Becaria Doctoral del CONICET. Instituto de Ciencias Antropológicas (ICA). Sección Etnología y Etnografía. FFyL. UBA
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1851-16942009000200015&script=sci_arttext
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