Obras de Arte

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28 de abril de 2017

MÁSCARAS PREHISPÁNICAS(GREDA). ANA LUISA MUÑOZ FLORES (alumuflores)


























































Canto de la huida

(De Nezahualcóyotl cuando andaba huyendo del señor de Azcapotzalco)
En vano he nacido,
En vano he venido a salir
De la casa del dios a la tierra,
¡yo soy menesteroso!
Ojalá en verdad no hubiera salido, 
Que de verdad no hubiera venido a la tierra.
No lo digo, pero…
¿qué es lo que haré?,
¡oh príncipes que aquí habéis venido!,
¿vivo frente al rostro de la gente?
¿qué podrá ser?,
¡reflexiona!

¿Habré de erguirme sobre la tierra?
¿Cuál es mi destino?,
yo soy menesteroso,
mi corazón padece,
tú eres apenas mi amigo 
en la tierra, aquí

¿Cómo hay que vivir al lado de la gente?
¿Obra desconsideradamente,
vive, el que sostiene y eleva a los hombres?

¡Vive en paz,
pasa la vida en calma!
Me he doblegado,
Sólo vivo con la cabeza inclinada
Al lado de la gente.
Por eso me aflijo,
¡soy desdichado!,
he quedado abandonado
al lado de la gente en la tierra.

¿Cómo lo determina tu corazón,
Dador de la Vida?
¡Salga ya tu disgusto!
Extiende tu compasión,
Estoy a tu lado, tú eres dios.
¿Acaso quieres darme la muerte?

¿Es verdad que nos alegramos, 
que vivimos sobre la tierra?
No es cierto que vivimos
Y hemos venido a alegrarnos en la tierra.
Todos así somos menesterosos.
La amargura predice el destino
Aquí, al lado de la gente.

Que no se angustie mi corazón.
No reflexiones ya más
Verdaderamente apenas 
De mí mismo tengo compasión en la tierra.

Ha venido a crecer la amargura,
Junto a ti a tu lado, Dador de la Vida.
Solamente yo busco,
Recuerdo a nuestros amigos.
¿Acaso vendrán una vez más,
acaso volverán a vivir;
Sólo una vez perecemos,
Sólo una vez aquí en la tierra.
¡Que no sufran sus corazones!,
junto y al lado del Dador de la Vida.



Fuente del poema: http://www.los-poetas.com/netz1.htm

27 de abril de 2017

ÓLEOS DE SOLEDAD. ANA LUISA MUÑOZ FLORES (alumuflores)






     Altos Muros. Ana Luisa Muñoz Flores 






                       Allá arriba. Ana Luisa Muñoz Flores 







    Angustia. Ana Luisa Muñoz Flores 






    Bañada en luz. Ana Luisa Muñoz Flores 






   Cibeles. Ana Luisa Muñoz Flores





 
     "Desolación". Ana Luisa Muñoz Flores 






    "Diálogos con Selene". Ana Luisa Muñoz Flores 






                 Dolor. Ana Luisa Muñoz Flores






                       El poder y la diferencia. Ana Luisa Muñoz Flores 





 
    El regreso de la eternidad. Ana Luisa Muñoz Flores 






                            Holocausto de Astarté. Ana Luisa Muñoz Flores 





 
    Khthókios. Ana Luisa Muñoz Flores 







    La salida. Ana Luisa Muñoz Flores 






     Latente. Ana Luisa Muñoz Flores







                  Plegaria. Ana Luisa Muñoz Flores 







                 "Umbría". Ana Luisa Muñoz Flores 



Tristeza, escarabajo


de siete patas rotas,


huevo de telaraña,


rata descalabrada,


esqueleto de perra:


Aquí no entras.


No pasa.

Ándate.

Vuelve

al sur con tu paraguas,

vuelve

al norte con tus dientes de culebra.

Aquí vive un poeta.

La tristeza no puede

entrar por estas puertas.

Por las ventanas

entra el aire del mundo,

las rojas rosas nuevas,

las banderas bordadas

del pueblo y sus victoria.

No puedes.

Aquí no entras.

Sacude

tus alas de murciélago,

yo pisaré las plumas

que caen de tu mano,

yo barreré los trozos

de tu cadáver hacia

las cuatro puntas del viento,

yo te torceré el cuello,

te coseré los ojos,

cortaré tu mortaja

y enterraré, tristeza, tus huesos roedores

bajo la primavera de un manzano.

Cuando yo muera quiero tus manos en mis ojos:

quiero la luz y el trigo de tus manos amadas

pasar una vez más sobre mí su frescura:

sentir la suavidad que cambió mi destino.

Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero,

quiero que tus oídos sigan oyendo el viento,

que huelas el aroma del mar que amamos juntos

y que sigas pisando la arena que pisamos.

Quiero que lo que amo siga vivo

y a ti te amé y canté sobre todas las cosas,

por eso sigue tú floreciendo, florida,

para que alcances todo lo que mi amor te ordena,

para que se pasee mi sombra por tu pelo,

para que así conozcan la razón de mi canto.






Poema: Oda a la tristeza. Pablo Neruda

Fuente: https://www.poemas-del-alma.com/pablo-neruda-oda-a-la-tristeza.htm

26 de abril de 2017

BELLOS ÓLEOS DE NIÑOS Y NIÑAS. ANA LUISA MUÑOZ FLORES (alumuflores)



                   

                      "Suavidades"





                    Asombro 1


 
    Belén y las flores



                       Belén



     
                     A la cara de mi hijo



                           Caperucita y el lobo
   


               Dulzura


     
                     El pequeño cocinero



                      El verso de la mariposa




                      Asombro 2



 
     Francisca




    Gaia




    Javiera y el ganzo




            Josefa y las flores blancas




    Josefa bajo el árbol florido





     Pachamama









    Josefa y las flores






    Killen




    La ofrenda rosa




    La pequeña ondina




                   Macarena



 
    Maternidad 3





          Tomás






   Maternidad 5



                   
                         Maternidad 6




                           Maternidad 7





                           Maternidad 2





                     "Hallazgo"
                   





               "Hada del fuego"





           "Oración Universo"




                     "Rodrigo"




                   "Ojitos de las estrellas"





 
                "Titiritero"




                        "Todas íbamos a ser reinas"




                        "Todas íbamos a ser reinas 2"




    "Todas íbamos a ser reinas 3"




                   "Todas íbamos a ser reinas 4"




                             "Tomás y el jardín de flores"




                      "Valentina"





                     "Ven hijo, es hora de tu sagrado pan"


             

         Virgen étnica

El futuro de la humanidad

“Los niños, niñas y jóvenes se van a transformar con nosotros, con los mayores, con los que conviven, según sea esa convivencia. El futuro de la humanidad no son los niños, somos los mayores con los que se transforman en la convivencia”, dijo Maturana en la mitad de su presentación.
El biólogo se dio cuenta de lo sorprendidos que quedaron los auditores con esta aseveración y continuó: “Nosotros hoy somos el futuro de la humanidad. Los niños se transforman con nosotros. Van a reflexionar, van a mentir, van a decir la verdad, van a estar atentos a lo que ocurre, van a ser tiernos, si nosotros los mayores, con los que conviven, decimos la verdad, no hacemos trampa, o somos tiernos”, explicó.
Por lo tanto, el enseñar, como parte de la convivencia, es indicar, apuntar la mirada, guiar la reflexión, pero “en cualquier caso los niños se van a transformar con los mayores con los cuales conviven”, agregó el biólogo.
“Cuando decimos que amar educa, lo que decimos es que el amar como espacio que acogemos al otro, que lo dejamos aparecer, en el que escuchamos lo que dice sin negarlo desde un prejuicio, supuesto, o teoría, se va a transformar en la educación que nosotros queremos. Como una persona que reflexiona, pregunta, que es autónoma, que decide por sí misma”, sostuvo.
Maturana explicó que una de las cosas que surge del lenguaje es la conciencia. Y que existen dos preguntas fundamentales que los niños viven. Una de ellas es “¿mamá cómo se hace?, lo que revela que el niño quiere hacerlo bien. “Todos queremos hacer bien las cosas que sabemos y por eso preguntamos”, aclaró el biólogo.
Y la otra pregunta es la que le hace la mamá o el papá al niño: “¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?”. “Esa es una pregunta maravillosa, lleva la mirada sobre sí mismo. Abre el espacio de la reflexión”, dijo Maturana.
Y enfatizó: “Amar educa. Si creamos un espacio que acoge, que escucha, en el cual decimos la verdad y contestamos las preguntas, nos damos tiempo para estar allí con el niño o niña, ese niño se transformará en una persona reflexiva, seria, responsable que va a escoger desde sí”.
Porque el acto de escoger es fundamental y constituye un acto de conciencia, aseguró el Premio Nacional de Ciencias Exactas. “El poder escoger lo que se hace, el poder escoger si uno quiere lo que escogió o no, ¿quiero hacer lo que digo que quiero hacer?, ¿me gusta estar dónde estoy?”, son algunas de las preguntas que aparecen”, explicó Maturana.

El origen de los problemas

En su ponencia, Maturana también abordó que los problemas humanos nunca son de inteligencia, sino corresponden a conflictos de emociones. “Son todos conflictos de deseos y se resuelven con la reflexión”, dijo el experto.
También explicó que los humanos hacemos teorías, es decir, constructos lógicos que se fundan en premisas básicas aceptadas a priori desde la emoción. Y para resolver las discrepancias con los otros “hay que ver las coherencias del ámbito en el cual estamos hablando”, agregó el Premio Nacional de Ciencias.
Si no nos podemos poner de acuerdo, es porque estamos en ambos teóricos distintos. Estamos argumentando desde premisas básicas diferentes. “Y la única solución es mirar desde donde estamos diciendo lo que estamos diciendo”, sostuvo Maturana.
En este tema, el ex académico del MIT fue consultado por uno de los asistentes sobre cómo transformar la política pública en educación que está volcada a los indicadores.
“Conversando”, respondió el experto y agregó que “El colegio de profesores se transformó a lo largo de la historia en un sistema gremial, pero en su origen era un sistema de reflexión académica sobre la educación. Un modo de conversar sobre lo que hacemos. Porque si no conversamos ¿qué diremos ante las autoridades gubernamentales?”, se preguntó.
Por lo tanto, lo que hoy hay que responder es “¿qué queremos con la educación”, dijo el biólogo. Es decir, saber si queremos formar jóvenes que se preparen para la competencia del mercado laboral o para una convivencia democrática, honesta, de mutuo respeto, en la colaboración, en la reflexión.
“Ese es nuestro tema, tenemos que conversar. Pero no tenemos que tratar la conversación como algo banal (…) Tenemos que atrevernos no en una huelga, sino en la conversación y la reflexión”, aseguró el Premio Nacional de Ciencias.

Amar educa

“Para que el amar eduque hay que amar y tener ternura. El amar es dejar aparecer. Darle espacio al otro para que tengan presencia nuestros niños, amigos y nuestros mayores”, sostuvo Maturana.
Por eso, la educación es la tarea más importante de un país. “Define el ámbito de convivencia en el que ese país se va constituyendo, momento a momento, día a día”, agregó el biólogo.
Como yo lo había mencionado anteriormente, en este ámbito la reflexión juega un rol fundamental porque permite mirar dónde estamos. “Si no reflexionamos vamos a caer en un fanatismo, en un ámbito de autoridad absoluta para el que otro obedezca”, aseguró Maturana.
Pero a nadie le gusta obedecer, porque es una negación de sí mismo. Sin embargo, en el colaborar “tengo presencia, soy libre, escojo”, lo que recordó que es importante aplicar en la crianza de los niños.
“La educación es una transformación en la convivencia y seguirá un camino u otro según la teoría desde las cuales actuemos. Las teorías no son superfluas, definen el espacio en el que nos movemos y las aceptamos. Pero si aceptamos las teorías aceptamos las premisas básicas desde donde se constituyen, de modo que tenemos que ser siempre, o deberíamos ser capaces, de preguntarnos las premisas básicas desde donde se construyen las teorías, el sistema lógico con el cual fundamentamos lo que hacemos”, concluyó el Premio Nacional de Ciencias.
Humberto Maturana
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