La conectividad psíquica
Así como la física cuántica ha evidenciado la centralidad esencial de la interconexión y la interdependencia como telón de fondo de la materia, la psicología analítica de Jung y la llamada psicología transpersonal apelan a la realidad de la conectividad e interdependencia psíquicas entre los seres humanos y de estos con el resto del mundo. En la psicología analítica de Jung (2004) el elemento central es el denominado inconsciente colectivo.
Para Jung el inconsciente va más allá de todos los fenómenos
psíquicos que carecen de la cualidad consciente. Si se aprecia la psique como
una pirámide, en el vértice está la consciencia, por debajo de ella el
inconsciente personal, y por debajo, ocupando casi toda la psique, el inconsciente
colectivo, que contiene elementos heredados y comunes a toda la humanidad.
Contiene toda la herencia psíquica de la evolución humana,
que se reproduce nuevamente en la estructura cerebral de cada individuo.
De hecho, Jung comprobó empíricamente la ubicuidad de los fenómenos psicológicosque
no podían explicarse en base a la experiencia personal. Ya se tratase de fantasías
o sueños, en ellos aparecían una serie de imágenes que tenían sus análogos en
los motivos mitológicos repetidos en todas las mitologías del mundo.
De ahí la constatación de un sustrato psíquico colectivo, compuesto por motivos mitológicos o imágenes primordiales, reflejados por los mitos básicos de las culturas y que para Jung evidenciaban los arquetipos, considerados los elementos estructurales y primordiales de la psique humana.
En correspondencia con lo que ocurre con la materia en la física, los arquetipos no son ideas heredadas, sino posibilidades de ideas heredadas
De ahí la constatación de un sustrato psíquico colectivo, compuesto por motivos mitológicos o imágenes primordiales, reflejados por los mitos básicos de las culturas y que para Jung evidenciaban los arquetipos, considerados los elementos estructurales y primordiales de la psique humana.
En correspondencia con lo que ocurre con la materia en la física, los arquetipos no son ideas heredadas, sino posibilidades de ideas heredadas
con alto contenido emocional.
Serían, en tanto imágenes instintiva, la plasmación psicológica
de los instintos fisiológicos. Jung completaba su teoría señalándola
esencialmente desconocida pero vivenciable relación entre la psique y la materia,
relación psicosomática que la psicología de Reich, la medicina arquetípica o las psicoterapias alternativas han
puesto de manifiesto.
De hecho, un físico cuántico como Peat (2003) postula, al
analizar el fenómeno de las coincidencias, que el mundo de la física también se
mueve, como la psique, en un océano de significado y propósito, evidenciado por
la sincronicidad como principio unificador.
En cierta manera, según este planteamiento, es como si el
Cosmos quedara impregnado también por la naturaleza de la consciencia (que
hasta ahora había quedado relegada al mundo de los seres humanos).
En cuanto a la psicología transpersonal (con autores como Grof, Wilber, Maslow, entre otros), es fruto del encuentro entre la psicologíaoccidental
y las filosofías espirituales orientales.
Esta psicología defiende el conocimiento necesario de las
dimensiones experienciales y cognitivas de la espiritualidad humana (Ferrer,
2003).
En vez de considerar a esta como un conjunto de fantasías,
ilusiones infantiles, simples ideologías, alucinaciones psicóticas,
pseudociencias o experiencias subjetivas privadas sin valor cognitivo objetivo
y público, la psicología transpersonal defiende que los fenómenos espirituales y
transpersonales tienen un alto valor epistémico.
A través de la
investigación y análisis de las “experiencias cumbre”, que según Maslow (2007)
se refiere a estados de interconexión y unificación espiritual, experiencias
místicas, trances sistémicos y experiencias metafísicas de la vida, se puede
conocer el nivel transpersonal de la existencia humana, aquel que se alcanza
por medio del desarrollo espiritual, y que consiste en trascender la identificación
con el cuerpo y la mente, para alcanzar un nivel de conciencia superior, que
transciende a cada individuo pero que lo impregna en profundidad.
Asimismo, desde la antropología Carlos Castaneda (2002) ha mostrado, a través de las experiencias chamánicas, la relevancia de los estados expandidos de consciencia como puerta de acceso a una dimensión transpersonal muy similar a la inducida por la experiencia mística.
Asimismo, desde la antropología Carlos Castaneda (2002) ha mostrado, a través de las experiencias chamánicas, la relevancia de los estados expandidos de consciencia como puerta de acceso a una dimensión transpersonal muy similar a la inducida por la experiencia mística.
En todos estos
estudios psicológicos por otra parte alternativos dentro de la ciencia al
paradigma materialista dominante, el elemento recurrente es el énfasis en la
interrelación y la interdependencia en la consciencia, que lejos de ser
considerada como una simple emanación del cerebro, se valora como la propia
fuente de la vida y como la esencia misma de la conectividad.
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