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31 de marzo de 2017

LA CONEXIÓN TRANSCENDENTE: GLOBALIDAD, ESPIRITUALIDAD Y HUMANIDAD

                     Imagen: "Asombro". Ana Luisa Muñoz Flores



 La conexión transcendente: globalidad, espiritualidad y humanidad

En los últimos decenios se está produciendo la configuración de una nueva espiritualidad mundial: más allá de la “Nueva Era”, los nuevos movimientos religiosos y la edición masiva de libros de autoayuda, que en todo caso son un síntoma a valorar y no a despreciar, parece emerger lo que Lenoir (2005) denomina una “nueva espiritualidad”, una “espiritualidad laica” sin creencias, sin religiones y sin dioses (Corbí, 2007), o lo que Beck (2009) ha bautizado como una espiritualidad del “Dios personal” transversal y superadora de las confesiones mundiales con sus reglas, dogmas, institucionesy preceptos.

Una espiritualidad libre, interna (esotérica), frente a la externa(exotérica) de las religiones convencionales, al tiempo que híbrida y por ellopotencialmente cosmopolita.

Lo que sorprende constatar es que esta nueva espiritualidad se está desarrollando en coincidencia con la intensificación de la globalización, o más exactamente, en coincidencia con la emergencia del concepto y problemática de la globalización (entre los años setenta y ochenta), justo en el contexto que marca el tránsito a la entrada en la segunda modernidad.

Pues bien, lo que nosotros sostenemos es que, aunque ya hacía milenios que las tradiciones místicas destacaban la centralidad vital de la interconexión e interdependencia, y aunque dicha centralidad sólo tardíamente ha empezado a ser descubierta por la ciencia (fundamentalmente la física y la psicología en la primera mitad del siglo XX), la intensificación de los procesos de globalización social en la segunda mitad del siglo XX (si bien eran también seculares) ha hecho que la interconexión e interdependencia se hayan convertido en los principales temas de las sociedades complejas.

De este modo, lo que comenzó en el plano espiritual y místico acaba manifestándose en el plano material y social, como lo demuestra la progresiva y acelerada “redificación” del mundo (McNeill i McNeill, 2004), y es esta constatación encadenada (la
conectividad de conectividades , mística, física, psíquica y social), lo que acaba generando (aunque también puedan intervenir otros factores), la activación de una nueva espiritualidad cosmopolita.

Lo cual es como decir que el desarrollo de una espiritualidad global acaba potenciando una globalización espiritual, coincidente, por otra parte, con la propia esencia del misticismo, que necesariamente, al transcender tiempo y espacio, es global y universal.

La nueva espiritualidad global cosmopolita difiere de las anteriores en que esta última emerge a partir de la consciencia reflexiva derivada tanto de los intensos fenómenos de globalización social como de las conectividades física, biológica y psíquica nacidas con la radicalización de la modernidad. 

Al tiempo, esa globalización espiritual va emergiendo como el ambiente conectivo último, y necesariamente inmaterial, de la globalización. A esto es a lo que denominamos conexión transcendente .

En nuestro planteamiento, el surgimiento de una nueva espiritualidad global o cosmopolita, que es también la globalización de lo espiritual más allá de cada una de las tradiciones originarias, va a reforzar desde una nueva perspectiva el discurso moderno de los derechos humanos, aportándoles una transcendencia global y espiritual más allá del marco estrictamente secular e ilustrado en el que se desarrollan.

En todo caso, el hecho de que el mismo concepto y esencia de los derechos humanos, y del mensaje ilustrado, esté tan ligado al legado filosófico del cristianismo original (Lenoir, 2010), subrayan los elementos espirituales ya inherentes al propio proyecto de la “invención de los derechos humanos” (Hunt, 2009).

Como ha señalado Junquera (2010), los Derechos Humanos, en unasociedad mundial que comparte varios elementos comunes y que funciona
como una “aldea global”, suponen el mínimo de convergencia ética mundial, como resultado de la confluencia de distintas corrientes éticas. En ese sentido, los derechos humanos son categorías morales que expresan valores básicos para toda la sociedad. Esos valores son, fundamentalmente, los relativos a la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad.

Los valores que defienden los derechos humanos, según este autor, son universales,
colocándose por encima de los valores propios de cada cultura.

En este sentido, “los valores culturales son importantes, siempre que no se opongan a
los valores globales ni supongan una merma de los mismos.” (Junquera,2010:178). Desde ese punto de vista los valores globales inherentes a los derechos humanos, en la medida en que han sido capaces de crear el mayor consenso ético de la historia humana, contienen la tarea de convertir el planeta en una “aldea humanizada y humanizadora” (Junquera, 2010:178).

Queda así patente el elemento universalista y globalista presente en los derechos humanos, cuyos valores hemos de insistir que ya se encuentran en esencia en la mayor parte de las tradiciones místicas, especialmente en le cristianismo.

Como señala Hunt (2009), los derechos humanos poseen las cualidad es de igualdad, naturalidad y universalidad, los cuales adquieren por primera vez expresión política en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos(1776) y en la Declaración de los Derechos del Hombre y del ciudadano francesa de 1789, para convertirse realmente en universales en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 1948.

Para Hunt, la progresiva invención de los derechos humanos es fruto de un largo proceso que persigue el fomento de la empatía humana, si bien también
generó, como reacción, ideologías fanáticas que hacían hincapié en la diferencia y en la exclusión: “La empatía no está agotada, como han afirmado algunos.

 Se ha convertido en una fuerza beneficiosa, más potente que nunca.

Pero el efecto opuesto, causado por la violencia, el dolor y la dominación, también es mayor que nunca” (Hunt, 2009: 218). Con todo, y según la tesis de Rifkin (2010), existe un significado subyacente a la historia humana que impregna y transciende las diversas tradiciones culturales que forman la variada historia de la especie humana, un significado referido a la progresiva evolución y ampliación de la consciencia empática de los seres humanos, que acompaña al propio proceso del desarrollo de la individualización, la diferenciación, la complejización y la globalización y genera transcendencia, en la medida que avanza la consciencia empática planetaria y crece también el riesgo de entropía global: 

“Empezamos a vislumbrar la posibilidad de que, después de todo, el periplo humano tenga un propósito, de que la sensación cada vez más profunda de la propia identidad, la extensión de la empatía a otros ámbitos de la realidad más amplios e inclusivos y la expansión de la conciencia humana sea el proceso transcendente por el que exploramos el misterio de la existencia y descubrimos nuevos ámbitos de significado”(Rifkin, 2010:47).
En los últimos tiempos diferentes autores, algunos de ellos bastante influyentes, han llamado la atención sobre la emergencia de una conciencia global de la humanidad, sobre la formación de una especie de “identidad cosmopolita” (Bilbeny, 2007) que es coherente con una sociedad global y cada vez más compleja que requeriría una “antropolítica” o política de la humanidad para evitar el abismo de la autodestrucción (Morin, 2010), en la medida que la humanidad se perfila como sujeto histórico en su conjunto, como sujeto en última instancia de la identidad planetaria en formación (Morin, 2003).
Bauman (2008) también ha subrayado como, en el contexto dela modernidad líquida, uno de los principales retos es conjugar la diversidad cultural con la idea de una sola humanidad, y Wallerstein (2009) ha propugnado la necesidad de un nuevo universalismo que transcienda los anteriores, limitados y parciales, para erigirse como referente de sentido colectivo.
En este contexto de formación de una consciencia verdaderamente global del género humano la construcción de los derechos humanos se revela esencial, pero a su vez parece ganar relevancia la contribución de la nueva espiritualidad resultante de la convergencia de conectividades, en la medida que dicha convergencia permita visibilizar cada vez más el significado de la unidad en la diversidad.
Evidentemente, la globalización espiritual, de acuerdo con el modelo de nueva espiritualidad, está en sus inicios, en la medida en que sólo desde hace relativamente poco tiempo ha sido posible una nueva síntesis entre las diversas tradiciones de la filosofía perenne.
Sin embargo, la creciente extensión de redes, comunidades y sensibilidades espirituales sintéticas, que subrayan lo esencialmente compartido frente a los aspectos formales o dogmáticos, refuerzan una suerte de universalismo espiritual, con potenciales traducciones políticas (y también económicas), que puede ayudar a reforzar la autoridad y permanencia del discurso y práctica de los derechos humanos , aportándole transcendencia y significado más allá de sus aspectos éticos más circunscritos a la tradición ilustrada secular. 

Se trata de una vía de investigación que debe ser atendida, pues puede aportar interesantes conexiones teóricas y plantear nuevos espacios para la reflexión de la sociedad globalizada. 

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Fuente: Por G Hernandez 
http://www.academia.edu/1617402/_Hacia_una_nueva_transcendencia_global._Globalidad_espiritualidad_y_humanidad_

LA CONECTIVIDAD PSÍQUICA ENTRE TODOS LOS SERES HUMANOS

    Imagen: "Sueños ingrávidos". Ana Luisa Muñoz Flores 



La conectividad psíquica


Así como la física cuántica ha evidenciado la centralidad esencial de la interconexión y la interdependencia como telón de fondo de la materia, la psicología analítica de Jung y la llamada psicología transpersonal apelan a la realidad de la conectividad e interdependencia psíquicas entre los seres humanos y de estos con el resto del mundo. En la psicología analítica de Jung (2004) el elemento central es el denominado inconsciente colectivo.

Para Jung el inconsciente va más allá de todos los fenómenos psíquicos que carecen de la cualidad consciente. Si se aprecia la psique como una pirámide, en el vértice está la consciencia, por debajo de ella el inconsciente personal, y por debajo, ocupando casi toda la psique, el inconsciente colectivo, que contiene elementos heredados y comunes a toda la humanidad.

Contiene toda la herencia psíquica de la evolución humana, que se reproduce nuevamente en la estructura cerebral de cada individuo.

 De hecho, Jung comprobó empíricamente la ubicuidad de los fenómenos psicológicosque no podían explicarse en base a la experiencia personal. Ya se tratase de fantasías o sueños, en ellos aparecían una serie de imágenes que tenían sus análogos en los motivos mitológicos repetidos en todas las mitologías del mundo. 

De ahí la constatación de un sustrato psíquico colectivo, compuesto por motivos mitológicos o imágenes primordiales, reflejados por los mitos básicos de las culturas y que para Jung evidenciaban los arquetipos, considerados los elementos estructurales y primordiales de la psique humana. 

En correspondencia con lo que ocurre con la materia en la física, los arquetipos no son ideas heredadas, sino posibilidades de ideas heredadas 
con alto contenido emocional.

Serían, en tanto imágenes instintiva, la plasmación psicológica de los instintos fisiológicos. Jung completaba su teoría señalándola esencialmente desconocida pero vivenciable relación entre la psique y la materia, relación psicosomática que la psicología de Reich, la medicina arquetípica o las psicoterapias alternativas han puesto de manifiesto.

De hecho, un físico cuántico como Peat (2003) postula, al analizar el fenómeno de las coincidencias, que el mundo de la física también se mueve, como la psique, en un océano de significado y propósito, evidenciado por la sincronicidad como principio unificador.

En cierta manera, según este planteamiento, es como si el Cosmos quedara impregnado también por la naturaleza de la consciencia (que hasta ahora había quedado relegada al mundo de los seres humanos).

En cuanto a la psicología transpersonal (con autores como Grof, Wilber, Maslow, entre otros), es fruto del encuentro entre la psicologíaoccidental y las filosofías espirituales orientales.

Esta psicología defiende el conocimiento necesario de las dimensiones experienciales y cognitivas de la espiritualidad humana (Ferrer, 2003).

En vez de considerar a esta como un conjunto de fantasías, ilusiones infantiles, simples ideologías, alucinaciones psicóticas, pseudociencias o experiencias subjetivas privadas sin valor cognitivo objetivo y público, la psicología transpersonal defiende que los fenómenos espirituales y transpersonales tienen un alto valor epistémico.

 A través de la investigación y análisis de las “experiencias cumbre”, que según Maslow (2007) se refiere a estados de interconexión y unificación espiritual, experiencias místicas, trances sistémicos y experiencias metafísicas de la vida, se puede conocer el nivel transpersonal de la existencia humana, aquel que se alcanza por medio del desarrollo espiritual, y que consiste en trascender la identificación con el cuerpo y la mente, para alcanzar un nivel de conciencia superior, que transciende a cada individuo pero que lo impregna en profundidad. 

Asimismo, desde la antropología Carlos Castaneda (2002) ha mostrado, a través de las experiencias chamánicas, la relevancia de los estados expandidos de consciencia como puerta de acceso a una dimensión transpersonal muy similar a la inducida por la experiencia mística.

En todos estos estudios psicológicos por otra parte alternativos dentro de la ciencia al paradigma materialista dominante, el elemento recurrente es el énfasis en la interrelación y la interdependencia en la consciencia, que lejos de ser considerada como una simple emanación del cerebro, se valora como la propia fuente de la vida y como la esencia misma de la conectividad.


Fuente: http://www.academia.edu/1617402/_Hacia_una_nueva_transcendencia_global._Globalidad_espiritualidad_y_humanidad_

LA CONECTIVIDAD MÍSTICA




    Imagen: "Plegarias de luna". Ana Luisa Muñoz Flores


 La conectividad mística

Este tipo de conectividad es el más antiguamente expresado, pues aparece explicitado tanto en los mensajes milenarios de las tradiciones místicas
espirituales (hinduismo, budismo, taoísmo, sufismo, cábala judía, gnosticismo, cristiano, chamanismo), como en la llamada “filosofía perenne” a ellas ligada, llamada así por Aldous Huxley (1992) para definir el pensamiento sapiencial derivado de la experiencia mística del ser como camino de liberación interior (visible en gran medida desde las obras de Heráclito a las de Fromm).
 Tanto la mística como la filosofía perenne subrayan un fenómeno: la trama unificada de la vida se constituye en la red subyacente que define la Unidad de la Realidad última, que la cultura sólo puede captar mediante su propia transcendencia crítica reflexiva.
 Estas tradiciones místicas, estas filosofías no especulativas de la vida son, del mismo modo que ocurre con las corrientes científicas discrepantes en relación a la ciencia dominante, minoritarias e incómodas dentro de sus respectivas tradiciones religiosas, formalizadas en instituciones, dogmas y jerarquías confesionales, si bien ahora pueden confluir debido a la intensificación de los procesos globalizadores.
Efectivamente, muchos siglos antes de que se impusieran la división cartesiana y el concepto mecanicista del mundo, las tradiciones místicas subrayaron la idea de unidad que implica conectividad e interdependencia, una idea a la que la nueva ciencia parece estar volviendo. De hecho, como ha enfatizado Capra (2007), los elementos básicos de la concepción oriental del mundo son los mismos que se desprenden de la física moderna.
Los dos temas básicos de esta concepción son la unidad e interrelación de todos los fenómenos y la naturaleza intrínsecamente dinámica del universo.
Por ello no debe extrañar que los criterios enunciados para la nueva ciencia tengan su correlato previo en las enseñanzas de las tradiciones místicas, especialmente las orientales.
Así sucede en la consciencia de la unidad e interrelación mutua de todas las cosas y acontecimientos, pues la experiencia de todos los fenómenos como manifestaciones de una unidad básica es también la característica más común de la mística.
 Todas las cosas se ven como interdependientes, inseparables, y como modelos transitorios de la misma realidad última.
En segundo lugar la centralidad del proceso también está presente en lo místico, y lo mismo sucede con la idea de que el conocimiento místico nunca puede lograrse mediante una observación desapegada y objetiva, pues siempre exige una participación con todo el ser, de manera que se llega a un punto donde desaparece la distinción entre lo observado y el observador.
En cuarto lugar, tampoco se acepta en el pensamiento oriental la existencia de entidades fundamentales (mientras el pensamiento griego, origen del occidental, postula la reducción de la naturaleza a sus fundamentos básicos y propugna el dualismo entre materia y espíritu).
 Bien al contrario, en el pensamiento místico oriental domina la visión del universo como un entramado de relaciones sin entidades fundamentales.
Por último, mientras la nueva ciencia admite que no se puede tratar con la verdad, el misticismo persigue el conocimiento absoluto mediante la experiencia mística de la unidad del todo.
La física cuántica se ocupa de la materia para llegar a ponerla en cuestión, mientras la mística se ocupa de lamente y el espíritu para contemplar la materia desde otra óptica, si bien ambas “formas de conocimiento”, por utilizar la terminología de Feyerabend (2009), insisten en la interrelación e interdependencia como esencias de la realidad última.
 Fuente:





EXPLICACIÓN DE LA REALIDAD MATERIAL Y FÍSICA


    Imagen: "Punto cero". Ana Luisa Muñoz Flores



La conectividad física

En el siglo XX, las diversas ciencias naturales llegan a descubrir la importancia de la red y de la interconectividad para la explicación de la realidad material o física. Es especialmente el caso de los descubrimientos dela física cuántica: las estructuras relacionales inmateriales como transfondo inmaterial (universo implicado) de las redes materiales(universo desplegado). A lo largo de su desarrollo en el siglo XX, la física cuántica ha evidenciado una nueva noción de realidad basada en el entrelazamiento una noción del mundo que cuestiona todas aquellas basadas en nuestra experiencia sensorial (Aczel, 2009).

Según el planteamiento del entrelazamiento, en el campo microscópico se destruye la noción de causalidad y la imposibilidad de estar a la vez en dos sitios, e incluso se destruye la noción de separación espacial.

Según la física cuántica, el entrelazamiento se puede describir como un principio de superposición que involucra dos o más partículas; es una superposición de los estados de dos o más partículas, consideradas como un sistema, de modo que aunque dichas partículas estén separadas por años luz pueden comportarse de manera coordinada: lo que le sucede a la una le sucede a la otra, sin importar la distancia.

Por otra parte, las investigaciones sobre
redes complejas de todo tipo señalan que comprender la complejidad requiere abandonar el enfoque analítico por una forma de mirar a la realidad en la que se añade un elemento esencial:
el mapa de conexiones entre los elementos única forma de dar sentido al mundo (Solé, 2009). 

La formación y crecimiento de redes complejas acaece en diversas dimensiones, en las redes de comunicación y comercio, en la formación de estructuras biológicas (funcionamiento celular), en la propagación de virus y epidemias, en el genoma, en las neuronas, los ecosistemas o internet.

Ello significa que ya no se puede reducir el todo a sus partes, puesto que las redes (esencialmente de energía e información) y sus propiedades emergentes acaban por definir la complejidad del mundo.

Como ha señalado con claridad el físico Fritjof Capra (2007), lo que nos enseña la física cuántica, y como también se verá, el misticismo, es que la sociedad moderna padece un problema que remite a una
crisis de percepción .

Existe un paradigma en franca retirada y otro resueltamente
emergente . Según el paradigma clásico el universo es concebido como un sistema mecánico compuesto de “ladrillos” elementales y básicos, el concepto del cuerpo humano como una máquina, el concepto de la vida como una lucha competitiva por la excelencia, la creencia en un ilimitado progreso material y en el crecimiento económico y tecnológico. 

Frente al viejo paradigma cartesiano y newtoniano emerge un nuevo paradigma holístico, heredero de la nueva física, que entiende el mundo más como un todo ecológico integrado(interconectado e interdependiente) que como una reunión de sus partes

.El nuevo paradigma, que Morin (2010), traduce como “paradigma de la complejidad” en el análisis de lo social, viene muy influenciado por la nueva física cuántica, sin embargo ya casi centenaria, construida por personajes como Einstein, Planck, Heisenberg, Chew, Bohr, Dirac, Bohm, Bell, Aspect oPauli, entre otros.

Para Capra (2007) existen seis criterios que definen el nuevomodo de conocimiento físico, el nuevo paradigma de pensamiento.

1.- En primer lugar, mientras en el paradigma mecanicista de la ciencia se creía que en cualquier sistema complejo la dinámica del todo podía ser comprendida a partir de las propiedades de las partes, en el nuevo paradigma las propiedades de las partes sólo se pueden comprender a través de la dinámica de la totalidad, ya que la relación entre las partes y el todo es más simétrica.

La totalidad es lo primario, y una vez comprendida su dinámica se pueden inferir, al menos en principio, las propiedades y los patrones de
interacción de las partes.

2.- En el antiguo paradigma se creía que existían estructuras fundamentales y, después, fuerzas y mecanismos a través de los cuales éstas interactuaban, lo que originaba los diferentes procesos. En el nuevo paradigma, se piensa que
el proceso es lo primario, lo básico, y que cada estructura observada es una manifestación de un proceso subyacente.

3.- La vieja imagen de la máquina propia de la física clásica ha sido sustituida por la de un
conjunto dinámico e interconectado, cuyas partes son
esencialmente interdependientes y han de ser comprendidas como modelos de un proceso cósmico. Solo indagando entre la maraña de interconexiones se pueden aislar modelos e interpretarlos como objetos.

De acuerdo con ello, el electrón puede aparecer a un tiempo como una partícula o como una onda. Ello dependerá de cómo lo observe el observador y de su naturaleza(principio de indeterminación o incertidumbre de Heisenberg).

Así, mientras en el antiguo paradigma se creía que las descripciones científicas eran objetivas, es decir, independientes del observador humano y del proceso de conocimiento, el nuevo paradigma presupone que la epistemología, entendida como la comprensión del proceso de conocimiento, debe ser incluida explícitamente en la descripción de los fenómenos naturales.

4.- Según la ciencia clásica existen leyes fundamentales, refiriéndose al fundamento, a la base del edificio del conocimiento, que debe tener cimientos firmes y sólidos (ladrillos fundamentales, ecuaciones fundamentales, constantes fundamentales, principios fundamentales).

Sin embargo, está probado que los cimientos del conocimiento científico no siempre se han mantenido sólidos, pues las grandes revoluciones científicas los han hecho tambalear. Frente a esta concepción clásica, la nueva ciencia habla más que de la
metáfora del edificio de la metáfora de la red o la telaraña,o incluso del holograma .

 Al igual que vemos la realidad que nos rodea como una red de relaciones, también nuestras descripciones, conceptos, modelos y teorías forman una red interconectada que representa los fenómenos observados.

Según esta concepción, ninguna de las propiedades de una parte del entramado es fundamental; todas ellas dependen de las propiedades de las otras partes, y la consistencia total de sus interrelaciones determinará la estructura de todo elentramado.5.- 

El paradigma cartesiano se basa en la creencia total en la seguridad del conocimiento científico (verdad absoluta), mientras que en el nuevo paradigma se reconoce que todas las teorías y conceptos científicos son limitados y aproximados. En consecuencia, la ciencia no trata con la verdad,sino con descripciones limitadas y aproximadas de la realidad. 

6.- Nuestra ciencia y nuestra tecnología se basan en la cuestionable creencia de que la comprensión de la naturaleza implica su dominio por parte del hombre, mientras que el paradigma emergente defiende un
cambio radical de valores , que implica el paso de una actitud de dominio y control sobre la naturaleza a una actitud de cooperación y no violencia.

En suma, la física cuántica ha descubierto que tanto la luz como la materia poseen una doble naturaleza, pues son a la vez partículas y ondas, lo que genera una ambigüedad de fondo en la concepción definitiva del mundo físico, o lo que se ha dado en llamar una “lógica borrosa”, una borrosidad esencial que no se deja aprehender. Esta borrosidad expresa la estructura holística y global de la realidad. 

Ello transforma la propia naturaleza óntica de larealidad (Dürr, 2009), pues las preguntas esenciales no son ¿qué hay, qué existe?, sino ¿Qué acaece?  ¿qué actúa? . La materia pura ya no es lo primario si no la relación inmaterial, el vínculo puro, lo que está en medio, la modificación, lo procesual, el devenir, los campos energéticos “de punto cero” (Haisch, 2007), la “realidad como potencialidad”, la primacía de la forma sobre la materia, o si se prefiere, la existencia de una pura estructura relacional sin soporte materialque Dürr (2009) denomina información o estructuras relacionales : lo Uno frente a las partes; las partes u objetos como materializaciones fluctuantes de lo Uno.

Interconexión e interdependencia, las esencias de la realidad física última, pero también las esencias del fenómeno social que conocemos como globalización. Por otra parte, Rupert Sheldrake (2007) convulsionó la biología cuando propuso su teoría de los campos mórficos, que venía a continuar la línea.

 Fuente:

"Hacia una nueva transcendencia global. Globalidad, espiritualidad y humanidad"


http://www.academia.edu/1617402/_Hacia_una_nueva_transcendencia_global._Globalidad_espiritualidad_y_humanidad_




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30 de marzo de 2017

¿QUÉ ES LA RESILIENCIA?


             Imagen: "Lilium". Ana Luisa Muñoz Flores

¿Cómo se enfrenta la gente a las situaciones difíciles? ¿Qué es aquello que nos permite adaptarnos a situaciones traumáticas como la pérdida de un ser querido, un trabajo, o incluso cuando nos anuncian que tenemos una enfermedad grave? La respuesta a por qué nos adaptamos, se llamaresiliencia.


¿QUÉ ES LA RESILIENCIA?



La resiliencia es la capacidad de afrontar las adversidades y lograr adaptarse ante las tragedias, los traumas, las amenazas o el estrés severo. Que seamos resilientes no significa que no experimentemos dificultades o angustias, ya que en algún momento de nuestras vidas todos sentimos tristeza, incertidumbre, malestar o dolor, ya sea físico o emocional, sino que a pesar de todos los obstáculos que se nos presenten y el gran impacto que tengan las situaciones en nosotros, aun así, somos capaces de sobreponernos e ir adaptándonos bien a lo largo del tiempo.

Todos en cierta medida hemos podido ser resilientes en algún momento de nuestras vidas, pero sobre todo en la actualidad, debido al crítico momento económico que nos afecta, podemos decir que hay muchas personas resilientes.
Además, la resiliencia no es algo que podemos tener o no, sino que son un conjunto de pensamientos, emociones y conductas que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.

¿QUÉ CONTRIBUYE A QUE SEAMOS MÁS RESILIENTES?



Muchos estudios demuestran que el apoyo emocionales uno de los factores más importantes que intervienen a la hora del desarrollo de la resiliencia. El tener cerca de nosotros a personas que nos proporcionan cariño, apoyo y confianza puede hacernos mucho más resilientes.

Otros factores asociados son:
– Una visión positiva de nosotros mismos, confiando en nuestras fortalezas y debilidades.


Habilidades en la comunicación y solución de problemas. Ver los problemas como retos a superar y no como posibles amenazas.

– Capacidad para hacerplanes realistas, así como un buen manejo destreza sobre los sentimientos e impulsos fuertes. (Capacidad de autocontrol).

¿CÓMO SON LAS PERSONAS RESILIENTES?



Las características fundamentales de las personas resilientes son:

Aceptar la realidad tal cual es.


Creer en que la vida tiene sentido.

Capacidad para mejorar.

Además, pueden presentar otras habilidades como saber controlar sus emociones, ser empáticos, saber identificar de manera precisa las causas de los problemas, y considerarse competentes y confiados en sí mismos. Pero una de las características más importantes es su modo de pensar, su estilo de pensamiento. Una persona resiliente tiene un pensamiento realista, y flexible.

¿QUÉ HACER PARA DESARROLLAR LA RESILIENCIA?



Como hemos dicho anteriormente, la resiliencia no es algo que tengamos algunos y otros no, sino que son una serie de habilidades y actitudes que podemos llegar a desarrollar. ¿Cómo? A continuación, os indicamos algunos consejos para ello:

Establecer relaciones. Ya hemos mencionado que el apoyo emocional es uno de los factores más importantes que nos ayudarán a que seamos más resilientes. Tener buenas relaciones con los demás, aceptando la ayuda y el apoyo que nos ofrecen así como ayudar a otros que lo necesitan, fortalece nuestra resiliencia.
Pensamiento realista, pensamiento constructivo. No podemos evitar que ocurran eventos amenazantes, o que produzcan mucha tensión, pero sí podemos cambiar nuestra manera de interpretarlos y reaccionar ante ellos. Ver los problemas como retos a superar, desde una perspectiva amplia, pensando que tenemos la capacidad suficiente de afrontarlos y encontrar posibles soluciones.
Aceptar la realidad, aceptar que el cambio es parte de la vida.

Confía en ti mismo.No podemos saber lo que podemos hacer hasta que no lo intentemos, incluso nos sorprenderemos a veces, de todo lo que podemos lograr nosotros mismo.

Desarrolla metas y objetivos, y actúa.
-Busca oportunidades para descubrirte a ti mismo.Muchas veces tras superar un acontecimiento estresante o una adversidad, experimentas un crecimiento personal. Aprendemos algo nuevo sobre nosotros mismos.

Hay muchas otras formas para desarrollar nuestra capacidad de resiliencia, sólo tenemos que identificar aquellas actividades que nos permitan construir nuestra estrategia personal para desarrollarla.

Por último una frase para reflexionar:
La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces puedo cambiar.”

Por Gema Sánchez Cuevas 
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