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30 de diciembre de 2016

“DIOSES SOIS Y MAYORES COSAS AUN DE LAS QUE YO HAGO, HARÉIS VOSOTROS” (Salmo 82:6 y Juan 10:34)




Imagen: Cuenca-Ecuador-Ana Luisa Muñoz Flores

YO SOY (LO QUE YO SOY) 


Cuando Moisés le pregunto al ángel de Dios, la zarza ardiente quien era, ésta le dijo: “Yo Soy lo que Yo Soy” y le dijo: “así les dirás a los hijos de Israel Yo Soy me envía a ustedes, este es mi nombre para siempre, con el se me recordara por todos los siglos…” (Éxodo 3) 

El nombre de Dios dentro nuestro es entonces “Yo Soy lo que Yo Soy” él-ella es el Espíritu inmortal que todos tenemos dentro. El Alma por su parte es distinta al espíritu, es una suerte de puente entre el espíritu y el Cuerpo, a esta alma se la puede revestir con la luz crística y se transforma en un alma cristificada, entonces se la denomina simplemente “Yo Soy”. 

Cada palabra que se pronuncia es un decreto que se manifiesta en lo exterior. 

La palabra es el pensamiento hablado. El sentimiento que acompaña a un pensamiento es lo que lo graba más firmemente en el subconsciente. Por lo tanto pensamiento más sentimiento, tiene un gran poder de realización. 

Cuando meditamos acerca de Dios-Diosa, nos hacemos Una-Uno con el Todo, con la Energía Universal, con Dios, con la Presencia Yo Soy (que es nombre de Dios y es la actividad de la Vida). Por lo tanto, al ser uno con Dios y sabiendo que Dios lo contiene TODO, entonces tenemos acceso a todas las riquezas que nuestro cuerpo necesita: físico, mental y espiritual y se precipitará en Armonía perfecta. 

Cuando decimos «YO SOY», sintiéndolo, abrimos la fuente de la Vida Eterna para que corra sin obstáculos a lo largo de su curso; en otras palabras, le abrimos la puerta ancha a su flujo natural. Cuando dices «Yo no Soy», tiramos la puerta en plena cara de esta Magna Energía. «YO SOY» es la plena actividad de Dios. Es necesario comprender que la primera expresión de todo ser individualizado en cualquier parte del Universo, bien sea en pensamiento, sentimiento o palabra, es «YO SOY», reconociendo así su Propia Victoriosa Divinidad. 

Cada vez que uno piensa o dice «no Soy», «no puedo» o «no tengo» está ahorcando la Magna Presencia Interior, consciente o inconscientemente y en forma tan tangible, constriñéndole. 

Cuando uno hace una declaración de no ser, no poder o no tener se pone en movimiento la energía ilimitada que continúa actuando hasta que uno mismo la ataja y transmuta la acción. Esto te mostrará el enorme poder que tú tienes para calificar, determinar u ordenar la forma en que queremos que actúe la gran energía de Dios-Diosa. 

LOS PENSAMIENTOS IGNORANTES LANZADOS SIN CONTROL NI GOBIERNO ATAN. O sea, que, mientras dure un decreto sin atajar, sin transmutar o disolver, continúa imperando ¡y por disposición del propio individuo! Por esto es importante saber que al usar expresiones incorrectas impensadamente, se está empleando el más potente y Divino Principio de Actividad en el Universo, o sea, el «YO SOY». 

No se trata de una expresión o idea oriental, extranjera, vana, liviana, ni de ninguna exageración. Se trata ni más ni menos que del más alto Principio de Vida usado y expresado a través de todas las civilizaciones que hayan existido. Recordemos que lo primero que toda forma de vida consciente de sí misma expresa, es «YO SOY». Es mucho más que «yo existo». 

Es después, en su contacto con lo exterior, con actividades incorrectamente calificadas, que él comienza a aceptar cosas menores que «YO SOY». 

Al pensar en la expresión «YO SOY», significa que ya sabemos que tenemos a Dios en Acción expresando en nuestras vidas. No debemos permitir que las falsas apreciaciones y expresiones continúen gobernándonos y limitándonos. 

Al rememorar constantemente: «YO SOY», POR CONSIGUIENTE SOY DIOS EN ACCIÓN; «YO SOY» VIDA, OPULENCIA, VERDAD, MANIFESTADOS YA. Así, recordando esta Presencia Invencible, se mantiene la puerta abierta para que ÉL-ELLA (la Presencia «YO SOY») teja en nuestra manifestación exterior toda Su Perfección. 

CUANDO Jesús dijo: «Yo Soy la Resurrección y la Vida», emitió una de las más grandes expresiones que se puedan hacer. Cuando El dijo «YO SOY», no se refería a la expresión exterior, sino a la Magna, Maestra Presencia del Dios Interior, porque dijo repetidamente: «Yo de mi ser propio no puedo hacer nada. Es el Padre nuestro, el "YO SOY", el que hace las obras». 

También dijo Jesús: «YO SOY el Sendero, la Vida y la Verdad», reconociendo así el único Poder: Dios en Acción dentro de Él. También dijo: «YO SOY la Luz que ilumina cada hombre que viene al mundo», anunciando cada dicho de importancia vital con las palabras «YO SOY». 

Una de las formas más poderosas de liberar el poder de Dios: Amor, Sabiduría, Verdad, y ponerlo en acción en la experiencia exterior, es esa declaración «YO SOY» en todo y en cualquier cosa que se desee. 

Ahora vamos a referimos al dicho más poderoso de todos, tal vez uno de los más grandes que haya sido lanzado a la experiencia exterior por medio de la palabra: «YO SOY LA PUERTA ABIERTA QUE NINGÚN HOMBRE PUEDE CERRAR». 

Cuando lleguemos a comprender plenamente esas afirmaciones magnas, nos daremos cuenta de la grandeza de su alcance. CUANDO RECONOCEMOS Y ACEPTAMOS PLENAMENTE EL «YO SOY» COMO LA MAGNA PRESENCIA DE DIOS EN NOSOTROS, EN ACCIÓN, HABREMOS TOMADO UNO DE LOS MAYORES PASOS HACIA LA LIBERACIÓN. 

Ahora bien, en la afirmación: «YO SOY la puerta abierta que ningún hombre puede cerrar». Tenemos la llave que nos permite atravesar el velo de la carne, y llevando consigo toda la conciencia imperfecta que hayas acumulado, la podemos transmutar, o elevarla a esa perfección a la cual hemos entrado (1). 

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(1) Colección siglo XX (2008) El libro de oro de Saint Germain Olimpo Ediciones. Chile 


Ana Luisa Muñoz Flores-Chile-23 de Diciembre de 2016

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