EL NOMBRE DE DIOS
Su nombre, significado y pronunciación ya se perdió, porque sus ancestros rechazaron pronunciarla en voz alta desde más o menos una generación antes de la destrucción romana del templo en Jerusalén.
En el origen de nuestra tradición judeo-cristiana la palabra más sagrada es YHVH (Yahvé), el nombre de Dios.
Etimología: Según dice la propia biblia:
א “Yo soy יהוה YHVH tu Dios, quien los sacó de la tierra de Mitzrayim (Egipto), fuera de la casa de esclavitud" éxodo 20:2
Acerca del significado del nombre, se trataría de una combinación de las formas de pasado (היה), presente (הוה) y futuro (יהיה) de la raíz del verbo ser, para indicar la eternidad de la existencia divina.
“Yo soy el alfa y la omega, dice el Señor, el Dios todopoderoso, el que es era y ha de venir.” Apo.1:8
Aparentemente
la combinación de esas cuatro letras o tetragrama (que además es una
conjugación de un verbo en hebreo) permitía evadir el problema de cómo leerlo
correctamente (para no confundirlo con su raíz verbal hayah o hawah).
La mayoría
de los eruditos hacen notar que este verbo hebreo (hayah) no
designa una mera existencia sino una presencia viva y activa, y que, por lo
tanto, su conjugación, es decir, el Tetragrámaton podría significar:
“El que llegaré a Ser”
En tal
caso, la divinidad que hizo la promesa respecto a la descendencia
de Abraham es el Dios que es y que sigue
siendo.
El propio
nombre de Yahvé puede, pues, afirmar la continuación de la actividad de
Dios sobre los hombres en la lealtad a su promesa. De ahí parece ser que Jesús
transmitiera la siguiente idea:
«Mi Padre sigue actuando] y yo sigo actuando]» (Juan 5:17)
“En la cábala hebrea, los sonidos y formas de las letras del alfabeto hebreo se consideran como los auténticos elementos de la realidad, de forma que pronunciando correctamente los nombres de las cosas, de los ángeles, o incluso de Dios, el cabalista competente puede utilizar su fuerza. La pronunciación del nombre de Dios, Yahvé (YHVH); ha sido guardada siempre con el mayor cuidado.
En los tiempos antiguos los sabios comunicaban la
pronunciación del nombre a sus discípulos solo una vez, cada siete años. A un
escriba que copiaban los rollos bíblicos se le pedía que mantuviera su mente en
una actitud de devoción al escribir el nombre de Dios, y si cometía un error en
el nombre, en ciertos casos el error era irremediable y toda la columna en la
cual había tenido lugar debía retirarse del uso, porque el nombre mismo no
podía borrarse”. (1)
El
nombre de Dios, formado por cuatro letras tetragrámaton hebreas. No se sabe con
certeza qué significan cada una de las letras por separado. Pero ה (hai) se cree
que “indica feminidad virtuosa: como prefijo y como artículo definido”.
Es necesario
destacar que como el pueblo hebreo era patriarcal, la decodificación del nombre
de Dios y su rol fue totalmente masculina (se entiende por patriarcado no
sólo la subordinación de lo femenino a lo masculino, sino toda una estructura
social gobernada por los padres: la aristocracia por sobre los siervos, los
amos por sobre los esclavos, los reyes por sobre los súbditos, los de la raza
dominante por sobre los pueblos colonizados.)
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(1) Cfr. Rodríguez, Pepe (2002) Dios nació mujer. Editorial Punto de lectura. España .PP. 105-106
Ana Luisa Muñoz Flores-Chile Diciembre 9-2016
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