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13 de diciembre de 2016

YHVH, COMO DEIDAD MASCULINA








YHVH, COMO DEIDAD MASCULINA 


En el ideario colectivo e histórico de la Biblia, la idea de YVHV se relaciona primero, con un Dios masculino, guerrero, todopoderoso. El Dios que presenta el antiguo testamento que fue traído por un pueblo semítico denominado hebreos, quienes llegaron desde los desiertos del sur e invadieron Canaán (posteriormente llamada Palestina por los filisteos, uno de los pueblos que vivieron en esta área). 

Originalmente era un pueblo guerrero gobernado por una casta de sacerdotes-guerreros (la tribu levita de Moisés, Aarón y Josué). Su estructura social, religiosa e ideológica era un sistema en el cual el dominio masculino, la violencia masculina y una estructura social jerárquica y autoritaria era la norma. Y la forma que adquirieron riqueza material, no a través del desarrollo de tecnologías de producción, sino mediante tecnologías de destrucción más efectivas: 


“13 Cuando el SEÑOR tu Dios la entregue en tu mano, herirás a filo de espada a todos sus hombres. 14 Sólo las mujeres y los niños, los animales y todo lo que haya en la ciudad, todos sus despojos, tomarás para ti como botín. Comerás del botín de tus enemigos, que el SEÑOR tu Dios te ha dado. 15 Así harás a todas las ciudades que están muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones cercanas. 16 Pero en las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da en heredad, no dejarás con vida nada que respire, 17 sino que los destruirás por completo: a los hititas, amorreos, cananeos, frezaos, heveas y jebuseos, tal como el SEÑOR tu Dios te ha mandado, 18 para que ellos no os enseñen a imitar todas las abominaciones que ellos han hecho con sus dioses y no pequéis contra el SEÑOR vuestro Dios.” (Deuteronomio 20) 



"Porque Yahvé vuestro Dios es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas ni admite soborno." (Deuteronomio 10:17) 


En Canaán, donde según los eruditos bíblicos, hubo tres olas migratorias, consolidadas bajo el mando de los sacerdotes-guerreros levíticos, iniciaron una serie de guerras de conquista. Al pueblo hebreo le llevó cientos de años vencer la resistencia cananea (Jueces 3:2: Josué 23:13; Éxodo 23:2)9. 

En este nuevo mundo, no había lugar donde refugiarse y se privó violentamente a la Diosa y a la mitad femenina de la humanidad y a los varones pacíficos de todo poder. La guerra se estableció como don supremo, y la paz y la armonía de la época de la Diosa, se encontrarían solo en los mitos y leyendas de un pasado remoto y perdido. 

Decíamos anteriormente que en la imaginería de la organización patriarcal tradicional religiosa, de donde proceden las tres principales religiones del mundo: el judaísmo, el cristianismo y el Islam, surgió en la imaginería colectiva, al igual que en Mesopotamia, un Dios con características de varón nacional, de perfil absolutista. Todo esto estaría en el Antiguo testamento el cual consiste en 39 escritos por separado. 

YHVH, como Dios tribal de Israel, de acuerdo a las escrituras, como lo muestran los profetas, manifiesta varias características similares a las deidades del Cercano Oriente: es rey poderoso, guerrero, y una figura que al mismotiempo, muestra misericordia y reivindica la justicia, como veremos más adelante: 

“Por tanto, declara el Señor, DIOS de los ejércitos, el Poderoso de Israel: ¡Ah!, me libraré de mis adversarios, y me vengaré de mis enemigos.” (Isaías 1:24) 

Pero estas características se colocan en un contexto nuevo y distinto: “YHVH es único como Dios de una confederación tribal que se identifica como una sociedad de esclavos liberados. La identidad básica de YHVH como Dios de esta confederación descansa en su acción histórica como el poder divino que libró a estos esclavos del yugo y los guió hacia una nueva tierra. 

“Esta confederación no es un grupo étnico, sino una unión de grupos de diferentes antecedentes. Un grupo central experimentó la liberación del yugo en Egipto. Que formó la identidad primordial de Israel. Se les unieron grupos nómadas del desierto y pueblos de los cerros de Canaán en rebelión contra el poder feudal de las ciudades-estado de los valles. 

Norman Gottwald reconstruye la pre-monárquica formación de esta confederación tribal (1.250-1.050) La identificación de YHVH con la liberación del yugo, permitió que estos diversos grupos se unieran en una nueva sociedad igualitaria y que se revelaran contra la sociedad feudal estratificada de la ciudad-estado que oprimía a los pueblos campesinos de los cerros por medio de impuestos y trabajos forzados (1) 

El judaísmo afirmaba al mismo tiempo la masculinidad de Dios. La era patriarcal, en la que todo valor quedaba capitalizado por lo masculino, nos permite entender la concentración de las imágenes de Padre, de Hijo y de las demás que se aplican a Dios. 

No se trata de meras atribuciones culturales; dicen algo de real y verdadero (de forma analógica) de Dios, pero también ocultan algo. 

Quizá ha llegado ya la hora en que encuentre las condiciones históricas para revelarse la otra cara de Dios, la femenina y maternal. Los movimientos feministas, la reflexión y las prácticas de la fe, atentas a este giro del eje de la historia, podrían ser los vehículos de esta revelación divina. (2). 

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(1) Cfr. Ress, Mary J. (1994) Del cielo a la tierra. Sello Azul. Chile pp 139 
(2) Cfr. Boff, Leonardo (1979), .El rostro materno de Dios, Ediciones Paulinas. España.



Ana Luisa Muñoz Flores-Chile-Diciembre 12 de 2016

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